JEREZ

La Iglesia brinda por la Navidad

Las cofradías son, una vez más, el principal motor de la ciudad ante una fiesta tan tradicional como adulterada

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Es Navidad en Jerez. ¿Pero qué Navidad? Eso se preguntan de un tiempo a esta parte en el obispado de Asidonia-Jerez y en el resto de la Conferencia Episcopal española cuando llegan estas fechas. Porque la Navidad es una fiesta católica, cristiana y, en muchas ocasiones, el misterio del nacimiento de Jesús pasa de puntillas ante la variada oferta que la sociedad dispone para el final del año. Por eso, todos los estamentos que integran la diócesis, con su obispo al frente, se han esforzado en recordar que es Navidad porque hace ya más de dos mil años, en Belén de Judea, nació el Mesías en un pesebre rodeado de animales.

Eso no lo ha olvidado absolutamente nadie en la diócesis, que ha engrasado toda la maquinaria para que no haya nadie que se quede sin comer en esta Navidad. Las campañas sociales, la labor de Cáritas, es impagable en estas fechas. Desde el obispado se ha reiterado hasta la saciedad que en tiempos de crisis, la Iglesia tiene la obligación de estar junto con los más necesitados, con los más desfavorecidos de una sociedad que les consume sin piedad. Así, todas las Cáritas parroquiales se han visto desbordadas en estas fechas entregando kilos de solidaridad en forma de alimentos a miles de familias jerezanas. Cáritas de San Rafael, o la parroquia de San Pablo son algunas de las más necesitadas de campañas de alimentos, de ayuda exterior ante la demanda de solidaridad que cada día llama a sus puertas. Son parroquias situadas en las zonas más desfavorecidas de la ciudad, y sus feligreses, ya sean católicos o no, reciben la ayuda de estas parroquias que han convertido la caridad en su medio de vida.

¿Pero y las hermandades? ¿Han estado a la altura de lo esperado? La realidad es que tanto institucionalmente representadas, con el Consejo a los mandos, como de manera particular, las cofradías se han convertido de nuevo en el motor de la diócesis a la hora de generar y repartir ingresos e ilusión entre los más desfavorecidos. La Navidad ha llegado a las cofradías con la Misa del Gallo, celebrada por José Mazuelos en la Santa Iglesia Catedral, y con ella se ha dado el pistoletazo de salida para las corporaciones religiosas de la ciudad. Así, la Bolsa de Caridad Virgen del Valle entregó en colaboración con la Fundación La Caixa más de cien cajas de alimentos cuyo importe asciende a 5.000 €. Esos alimentos fueron distribuidos a Caritas parroquiales como la de San Rafael y San Gabriel, Madre de Dios y San Pablo, y además se llevó a cabo el reparto de alimentos a hermanos de la hermandad que atraviesan momentos difíciles.

Ayudas particulares

No hay hermandad que no haya hecho su particular campaña de Navidad, su recogida de alimentos... Incluso algunas han gestionado y buscado trabajo a algunos hermanos que llevaban meses sin ingresos. La Soledad, el Santo Crucifijo, las Cinco Llagas... Todas están aún inmersas en estas iniciativas solidarias, y todavía falta las cabalgatas de los Reyes Magos que organizan algunas hermandades y parroquias con el fin de que nadie de la feligresía se quede sin regalos cuando la Navidad esté terminando.

Fechas de ilusión, pero está claro que también de solidaridad, de compromiso, de esfuerzo. Incluso el Consejo ha visto desproporcionado gastarse el dinero en el magnífico concierto de Navidad del año pasado, y busca alternativas en otras fechas para poder llevar a cabo otras iniciativas. Su operación euro, más el reparto de alimentos en diciembre, y el compromiso de Muñoz Natera con los más desfavorecidos, son avales suficientes para asegurar que la Navidad ha llegado, pero de una manera más solidaria, más amable, más cercana que otros años. La Navidad ha venido, pero este año Dios no estará tan solo.