Idoia de la Torre, con el doctor Antonio Gosálvez Vega.
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«Tras intentarlo varias veces decidí cambiar de especialista y… Diego nacerá el mes que viene»

Idoia de la Torre. Embarazada a los 36 años por medio de la vitrificación de óvulos

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"Nos planteamos tener hijos tarde, porque es una decisión que siempre aplazas por cuestiones personales y de trabajo. Cuando decidimos que había llegado el momento, estuvimos dos años intentándolo sin resultado. Fue entonces cuando acudimos a la reproducción asistida. Claro, el proceso no es corto, así que sin darte mucha cuenta el tiempo pasa volando. En mi caso, tras probar dos veces con otros métodos que no funcionaron, el doctor me aconsejó la vitrificación de óvulos y… Diego nacerá ya este mes", afirma satisfecha y muy sonriente Idoia de la Torre mientras se acaricia la tripa.

En su caso, la estimulación ovárica afectaba al ovario que producía una cierta hormona –progesterona– antes de tiempo, por lo que los embriones implantaban con más dificultad. Por eso, el doctor Gosálvez le aconsejó la vitrificación de óvulos, un proceso más lento que deja que el utero ‘descanse’ antes de colocarle los embriones (la legislación permite que sean tres los embriones transferidos, pero los centros españoles suelen limitarse a dos para evitar a toda costa los embarazos triples).

Idoia no ha podido quedar más satisfecha: "Conozco a parejas que quieren tener hijos y no pueden, pero les da miedo acudir a una clínica de reproducción asistida, y me gustaría decirles que ese miedo merece la pena superarlo. No es llegar y besar el santo, tendrán que tener paciencia porque puede haber intentos fallidos, como en mi caso, pero al menos que lo intenten. Psicológicamente no afecta tanto, al menos no a mí, solo hay que desear de verdad tener un hijo. Si no surge, no pasa nada, hay otras cosas en la vida, pero no hay que tener miedo a intentarlo. Hay que ser positivo. De hecho, valoras tanto haber tenido la suerte de quedarte embarazada que no te importan ni las molestias del embarazo ni las sufridas antes. No sabes cómo me doy cuenta ahora de que ha merecido la pena luchar".

Los óvulos que no sean utilizados por ella en un futuro, ya que se plantea tener un segundo hijo, los podrá donar para que otra mujer tenga la posibilidad de ser madre y tiene muy claro que Diego sabrá cómo llegó a este mundo: "Como verás no tengo ningún problema en contar cómo me he quedado embarazada y tampoco se lo ocultaré a mi hijo. Creo que debo ayudar a que las mujeres no tengan miedo en consultar su problema: en cuanto empiezas a tratarte ya te sientes muy aliviada".