Una patera procedente de Khemisset

Ésta vez la investigación de la Guardia Civil se acotó geográficamente pronto. A través de elementos como números de teléfonos y agendas que algunos de los fallecidos llevaban consigo, pudieron determinar que el contingente de inmigrantes procedía de una localidad concreta: Khemisset, a unos 80 kilómetros de Rabat y 50 de Kenitra, desde donde zarpó la patera destartalada y repleta.

Los agentes pronto comprobaron durante las labores de auxilio que muchos habían viajado con seres queridos y esas primeras averiguaciones se confirmaron el pasado jueves en Tánger (Marruecos) a través de las pocas palabras que pudieron cruzar con los familiares y la información que había recabado el Consulado español. «Esta circunstancia ha facilitado bastante el rastreo. Hubiera sido más complicado si los fallecidos hubieran sido de diferentes localidades, pero al pertenecer al mismo pueblo, las piezas han ido encajando».

Los supervivientes contaron cómo habían ido hasta Kenitra para poder tomar una de las barcas que las mafias lanzan el mar. En esa localidad costera, uno de los puntos desde dónde zarpan más embarcaciones de sinpapeles, estuvieron varios días hasta que les avisaron de que había un transporte preparado. A las diez de la noche del 28 de junio salieron en dirección a la península y sobre las cinco y media de la mañana lograron aproximarse al Faro de Trafalgar. Pero los responsables de la patera empezaron a arrojar a personas al agua, lo que provocó el fatal vuelco. Tres de los supervivientes fueron detenidos por estos hechos.