CÁDIZ

Arrestados dos marroquíes por su supuesta vinculación con la banda desarticulada en Barbate

Son los presuntos dueños de la droga perdida en el naufragio y fueron enviados a prisión

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La operación Ojiva está dando sus últimos coletazos. Al arresto de once personas el miércoles en Barbate, dentro de un operativo policial que cerró Barbate durante cinco horas, le han seguido dos detenciones más. Se trata de los supuestos dueños del cargamento de hachís que se perdió en un naufragio sucedido en la madrugada del 31 de octubre. Ambos son marroquíes, afincados en Estepona (Málaga).

De esta manera la investigación se extiende a la provincia malagueña hasta donde se desplazaron agentes del EDOA (equipo de delincuencia organizada y antidroga) de la Comandancia de Cádiz para registrar la vivienda de los dos marroquíes. Las pesquisas lo señalan cómo los traficantes que podrían haber contratado los servicios de la banda barbateña para que sus jóvenes integrantes, encabezados por Paco el coca -Francisco C. M.- y Joaquín O. F., introdujeran el hachís por alguna de las playas de la localidad de La Janda, descargaran los fardos y lo guardaran en sitio seguro hasta que ellos se encargaran de ponerlo en circulación.

No es la primera vez que las Fuerzas de Seguridad detienen a marroquíes asentados en España y que operan desde suelo español a diferencia de lo que ocurría años atrás, cuando movían el negocio sin salir apenas de Marruecos.

Estos dos últimos imputados fueron llevados ayer por la mañana a los juzgados de Barbate para que declararan ante el juez instructor, quien ordenó el ingreso en prisión de ambos. Les acompañaban en el furgón los otros cuatro vecinos de Barbate que aún no habían pasado a disposición judicial, entre los que se encuentran los dos supuestos cabecillas de la banda. Para ellos también se dictó un auto de prisión incondicional. Así, las 13 personas arrestadas en el marco de la operación Ojiva han terminado en prisión de forma cautelar.

Esta investigación nació meses atrás y debía haberse explotado en la madrugada del 31 de octubre, cuando se preveía la llegada de un gran cargamento de hachís. Pero el naufragio en el que murieron dos personas desbarató postergó la cadena de detenciones.