Un hermosa idea contra un millón de viejos prejuicios

El aplauso colectivo llegará el próximo 20 de noviembre, pero la idea nació hace cindo años. En 2003, a Álvaro Rosado (antiguo componente que aún sigue colaborando) y a Jesús Palacios se les ocurrió intentar recoger las coplas que más les gustaban con los instrumentos que habían aprendido a manejar con pasión y técnica. La chispa surgió en la Facultad de Magisterio.

«El objetivo inicial era comprobar cómo reaccionaría el público gaditano ante orquestaciones de las piezas más populares del Carnaval de Cádiz, que respetaban la tonalidad, los cortes, la interpretación, la dinámica y que incluso incluían los punteaos de las guitarras de las agrupaciones», recuerda Palacios.

El reto era trasladar ese sonido a un conjunto instrumental de viento de madera (en principio clarinetes), pero también acompañado por guitarras, caja y bombo, «los instrumentos que sirven de seña de identidad de nuestro carnaval», detalla el fundador.

Esa idea se puso en pie hace ahora un lustro y se llamó Orquesta Caballati. Hasta el nombre tenía mitad de clasicismo y mitad de carnaval, con su trabalenguas italogaditano que tanto recuerda al estilo del Chimenea.

Con toneladas de ilusión y muchas horas de ensayo, los integrantes empezaron a tocar en las calles y plazas de Cádiz, para comprobar la reacción del público.

«Al principio llevábamos sólo cinco piezas que pensamos que iban a ser las conocidas: Las Viudas, La Familia Pepperoni, La Ventolera, Raza Mora y el cuplé de Los Juancojones», recuerda uno de los dos creadores del grupo. El test callejero funcionó de maravilla: «Para nuestra sorpresa, la gente se agolpaba. Se oían los comentarios positivos del público, pedían más coplas...»

Si se tienta la suerte, puede ser que aparezca. La fortuna es de los valientes. La Orquesta Caballati se enfrentó al público en las aceras y un día apareció entre el público el sobrino de Vicente El Melli, el gran distribuidor de grabaciones del Carnaval de Cádiz desde los años 70. «Nos grabó, le gustó y convenció a su tío para que nos hiciera un disco».

Cinco años después, aquel primer CD ha tenido dos hermanos. Algo insospechado para Palacios y sus compañeros: «Nos sorprendió grabar un disco, pero ya llevamos tres: dos instrumentales y uno con colaboraciones de algunos de los principales autores e intérpretes del carnaval actual llamado Caballati and Friends».

Sus actuaciones empezaron a multiplicarse con las grabaciones, y el reconocimiento empezó a llegar. Si la música clásica les ha dado una reválida de honor con su presencia en el Festival de Música Española que empieza el próximo 20 de noviembre, el mundillo del carnaval también les otorgó una cálida bienvenida pública con su participación en el pregón de Antonio Martínez Ares. «Para nosotros es uno de los mejores pregones de la historia de la fiesta y, además, tuvimos la posibilidad y la suerte de crear los arreglos musicales de varios temas». A esas grandes citas hay que sumar decenas de actuaciones en congresos, galas benéficas e inauguraciones, la Orquesta Caballati se ha convertido en una de las bandas sonoras preferidas por los organizadores de los más diversos eventos. Su éxito se ha convertido en un comentario frecuente, en Cádiz y fuera.

Una simple visita a youtube permite repasar someramente hasta 40 actuaciones distintas, en videos colgados, en muchos casos, por melómanos entusiasmados.

Cinco años después de aquel atrevimiento musical que empezó en las aulas universitarias y terminó en la calle, la Orquesta Caballati recibe el aplauso unánime del mundo carnavalesco, de los músicos profesionales y de los aficionados.

Actualmente, la formación está integrada por Jesús Palacios (clarinete primero y flauta soprano); Raquel Gautier (clarinete segundo y saxo); Fernando Camas (clariente tercero); Laura Butrón (clarinete cuarto y flauta sopranino), José Luis Ossorio (trompeta, fliscorno y pícolo), Miguel Ángel Palacios (la guitarra y el contrabajo), Luis Betanzos (guitarra y bandurria); José Manuel Honor (bandurria y guitarra), Alex Cascales (batería y caja), Adrián Muñoz (bombo, timbales, platos y gran percusión) y Manuel García (cajón, bombo y pequeña percusión). También se suman a colaborar frecuentemente Claudio Álvarez y Álvaro Rosado (los dos con clarinete bajo).

Es un grupo creciente, flexible, que se adapta al formato de cuarteto de clarinetes (su propuesta original) pero que ha desembocado en sexteto e, incluso, en actuaciones con una formación más numerosa dependiendo de la cita, el repertorio...

Su origen académico es igualmente variado. Abundan los titulados superiores en el instrumento que tocan, los músicos profesionales, pero también abrieron las puertas a «buenos aficionados a tocar, que tienen menos formación académica, pero disponen de muy buen oído, un sentido del ritmo envidiable y una técnica impecable». Cinco años después, ahí siguen, con un aplauso ya generalizado, el honor de abrir el mayor evento de la música clásica en la provincia.

Tienen ya orquestadas presentaciones, pasodobles, cuplés, cuartetas de popurrí, incluso un popurrí de estribillos con un carácter muy interactivo (otra caracterísctica de la Orquesta Caballati es que la gente participa de manera activa de las actuaciones en directo). Todas las figuras del carnaval han colaborado con ellos, ahora el mundo clásico también les abre las puertas, las del Falla, nada menos.

Es la confirmación de que las ideas hermosas, hechas por amor al arte, se imponen a los prejuicios. No hay músicas buenas ni músicas malas, no las hay cultas ni chabacanas, prestigiosas ni populares. Hay buena música y mala música. La Orquesta Caballati lo ha vuelto dejar claro.



Más información:

www.orquestacaballati.weebly.com y www.cuartetocaballati.com,

próximamente, en

www.orquestacaballati.com