ACABADO. El buque se botó en Ferrol el pasado lunes. / REUTERS
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FABA San Fernando aporta los sistemas de combate y navegación del mayor buque de la Armada Española

La filial isleña de Navantia ha contribuido además a desarrollar los equipos de control de la plataforma, mando y control y comunicaciones del navío Juan Carlos I, botado el pasado lunes en Ferrol El mismo programa tecnológico se aplicará a cinco barcos para las Fuerzas Armadas y a dos para Australia

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El mayor buque de la Armada ya está en el agua y su 'cabeza' y 'corazón' tecnológicos se han realizado en FABA, la filial de sistemas de combate que Navantia tiene en San Fernando. El Buque de Proyección Estratégica de la Armada Española Juan Carlos I fue botado el lunes en Ferrol y su programa tecnológico incluye unos sistema de combate, navegación, mando y control y control de plataforma que se han realizado entre las instalaciones de San Fernando y Cartagena de FABA. Este programa se aplicará a siete buques más, cinco para las Fuerzas Armadas y otros dos para el Gobierno australiano.

Las cifras de Juan Carlos I asustan por su magnitud y corresponden a las del primer navío que supera en tamaño al buque insignia de la Flota, el portaaviones Príncipe de Asturias, al que supera en longitud (230,82 metros de eslora por 195,9) y en toneladas de desplazamiento (27.563 frente a 17.190). Cuenta con un presupuesto de 360 millones de euros y se concluirá a finales de año, aunque no estará operativo hasta dentro de dos años.

Si bien nominalmente el Juan Carlos I es un barco de asalto anfibio del tipo LHD (Landing Helicopter Dock, es decir de plataforma de aterrizaje de helicópteros), la gran novedad de su diseño es que puede adoptar hasta cuatro configuraciones diferentes: buque anfibio para las fuerzas de Infantería de Marina; buque de despliegue y de fuerzas del Ejército de Tierra; portaaviones alternativo con capacidad hasta para 30 aeronaves y navío para operaciones de apoyo humanitario.

El diseño del barco fue aprobado en septiembre de 2003 y Navantia Ferrol comenzó su construcción el 20 de mayo de 2005. Supone 3,7 millones de horas de mano de obra directa, 6 millones de mano de obra inducida en otras empresas y 850.000 en desarrollo de ingeniería. La filial FABA de San Fernando ha participado en las áreas de los sistemas de combate (sensores y equipamiento del sistema de combate SCOMBA), comunicaciones, mando y control (con el diseño de la infraestructura de redes y equipamiento electrónico), navegación (sensores y distribución de datos) y control de la plataforma.

Además,FABA está desarrollando los programas y la maquinaria para integrar el SCOMBA en los Buques de Aprovisionamiento en Combate (BAC) y Buques de Acción Marítima (BAM). La Armada ha encargado un BAC que se hará en Puerto Real y cuatro BAM que se construirán en San Fernando. El programa tecnológico del Juan Carlos I ha contribuido además a que el Gobierno australiano haya elegido a Navantia para construir dos buques anfibios cuya construcción supondrá más de 9 millones de horas de trabajo.

Misiones humanitarias

El Juan Carlos I, primer buque con el nombre de un rey español vivo tras el acorazado Alfonso XIII, entraba en el mar a las 18.06 horas del pasado lunes, después de que su madrina, la Reina, pulsara el botón que estrelló la tradicional botella contra la quilla de la nave. A la ceremonia, además del Rey, vestido de capitán general de los Ejércitos, asistieron los Príncipes de Asturias, los ministros de Defensa, José Antonio Alonso, y Cultura, César Antonio Molina, y el Jefe del Estado Mayor de la Armada, Sebastián Zaragoza, junto al resto de autoridades, autonómicas, locales y los responsables de la naviera militar.

Además de los usos militares el barco será muy útil como hospital -cuenta con quirófanos, salas de dentista, enfermería, consultas y curas, así como una unidad de infecciosos, área de selección de heridos, de rayos X, laboratorio y farmacia- o para transportar material de construcción, allí donde las tropas españolas participen en misiones de paz. Unido al transporte de casi 1.200 militares, la adaptación de espacios no dedicados al alojamiento le permite mover durante cortos periodos de tiempo a otros 1.000 pasajeros (tropa o personal civil) y dispone de dos plantas potabilizadoras de agua y una planta eléctrica con una potencia para suministrar energía a pequeñas zonas urbanas.

mabardera@lavozdigital.es