«Lo único que le pido a Dios es que paguen por lo que han hecho»

A Milagros Pérez se le revuelven las tripas cuando piensa que se puede repetir de nuevo el calvario vivido en la Audiencia Provincial. Ella sólo asistió a una de las sesiones del primer juicio, pero fue suficiente para que jamás se le borren «las palabras que se dijeron allí». No se le olvida que los acusados llegaron a decir que su hijo iba armado. «Lo único que le pido a Dios es que paguen por lo que han hecho». A esta madre incluso le da igual que el homicida de Fran pueda ser sentenciado, en el caso de que se celebre un segundo juicio, a una pena mayor por asesinato. «He perdido a mi hijo y esa ausencia es para toda la vida. Nada me alivia ese dolor, pero sí que temo por su novia y sus amigos». Milagros explica que la pareja de Fran no se ha repuesto «aún de la tragedia vivida».