NÁUFRAGOS. Los habitantes de Playa Cabeza de León matan las tardes jugando a un parchís fabricado por ellos mismos. / TELECINCO
SUPERVIVIENTES HOY. 22.15 HORAS

La medallista olímpica Estela Giménez abandona la aventura en horas bajas

Una fuerte tormenta tropical obligó a su equipo a dormir mojados una noche entera

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Estela Giménez ha sido la primera en probar el sabor amargo de la derrota. La que fuera Medalla de Oro en gimnasia rítmica en las Olimpíadas de Atlanta 96 ha visto cómo su energía se iba agotando poco a poco en Playa Uva, la isla más dura de esta edición de Supervivientes. La falta de comida ha hecho mella en su físico y una pequeña crisis de ansiedad ha sido la gota que ha colmado el vaso. Además, una fuerte tormenta tropical que le obligó a dormir mojada durante toda la noche no mejoró las cosas y finalmente ha tirado la toalla.

Muy distinta es la situación que viven los habitantes de Playa Cabeza de León. Más que un reto de supervivencia parecen disfrutar más bien de una estancia veraniega en las costas caribeñas. Hasta se han construido un parchís con el que matan las tardes. Capitaneados por Joselito, se defienden a las mil maravillas del hambre. El niño prodigio ha demostrado con rapidez sus habilidades para la pesca. Pulpos, peces, cangrejos... nada escapa a sus cebos. Bueno, quizá las ocurrencias de Karmele Marchante, que echa de menos su teléfono móvil y, para compensarlo, se ha fabricado uno con una piedra y mantiene largas conversaciones imaginarias con una amiga.

Consulta médica

Por lo demás, Jorge, el médico del programa, y Natalia, su ayudante, han tenido mucha tarea. Al bajo estado de ánimo de Estela Giménez (el equipo del programa ya prepara otro concursante de la recámara) hay que sumar las «dos bacterias» que mantienen en reposo y hospitalizado a Mario Picazo, copresentador del espacio. «Mi cuerpo se congeló con un frío intenso y tenía unas tiritonas que ni el de Poltergeist», ha explicado él mismo en su blog.