El servicio electoral de la Junta de Andalucía prepara las urnas para marzo de 2019
En breve se licitarán los contratos de las papeletas y sobres así como del recuento de votos, si bien se podrían acelerar si así lo decide Susana Díaz
El servicio electoral de la Junta de Andalucía está trabajando con total normalidad y sin prisas de ningún tipo en la preparación de las próximas elecciones al Parlamento de Andalucía. Es más, se están cumpliendo los trámites como si las elecciones fuesen a celebrarse en su fecha, es decir, en marzo de 2019. Por el momento , y según ha podido saber ABC, no han recibido ninguna orden para acelerar los trámites, todo lo contrario . Están trabajando como cualquier otro servicio de la administración autonómica.
Eso no significa que no estén preparando los contratos administrativos para la celebración de los comicios. De hecho, ya tienen redactados el contrato para el suministro de las papeletas y los sobre s y demás impresos a utilizar en las elecciones, un suministro que costará unos 650.000 euros .
También está listo el contrato para la recogida, procesamiento, difusión y publicación de los resultados de las elecciones , así como otros servicios complementarios, que cuenta con un presupuesto de licitación de 3,7 millones de euros .
Sin embargo, todavía no se ha abierto el concurso público ni la licitación de los mismos. La ley de contratos públicos ha cambiado y la Consejería de Hacienda todavía no ha publicado las órdenes técnicas necesarias para la contratación de servicios o suministros, por lo que están parados todos estos contratos en la administración pública.
Está previsto que sea cuestión de pocos días la publicación de estas órdenes, por lo que los contratos de la Junta volverán a salir publicados en el BOJA. Entre estas contrataciones estarán estas dos del servicio electoral, si bien por el trámite administrativo habitual.
Si la presidenta Susana Díaz decidiese adelantar las elecciones no habría ningún problema técnico ya que estos contratos se tramitarían por la vía de urgencia —que también está perfectamente establecida por la ley— y podrían estar resueltos en el plazo de un mes con todas las garantías.
Septiembre, clave
En el caso de que la presidenta se inclinase por el adelanto electoral para el mes de noviembre, como sostienen algunos grupos de la oposición, d ebería firmar el Decreto de Convocatoria y de disolución del Parlamento de Andalucía 54 días antes , es decir en el mes de septiembre para cumplir los plazos legales establecidos. Una vez pasada esta fecha, las elecciones tendrían que celebrarse en pleno mes de diciembre que es el menos recomendado por los expertos en estrategia electoral por las fiestas de la Navidad.
El Estatuto de Autonomía para Andalucía r ecoge expresamente que los meses de julio y de agosto son inhábile s para la celebración de elecciones, pero no para publicar el decreto de convocatoria electoral. Esta posibilidad acortaría los plazos y las elecciones podrían celebrarse en octubre. Lo que sí es del todo punto improbable es que fuesen antes de esa fecha.
Agosto es un mes de vacaciones para una buena parte de los andaluces y no es el mejor momento para poner en marcha una campaña electoral. En lugar de convencer a los votantes los molestaría, por lo que el efecto sería negativo para el Gobierno andaluz.
La previsible aprobación de los Presupuestos Generales del Estado en el próximo mes aleja el fantasma de la convocatoria de elecciones al Congreso de los Diputados por parte de Mariano Rajoy , lo que concede más tiempo a la presidenta Susana Díaz para apurar los últimos meses de su legislatura, diseñar con calma la campaña electoral y convocar las próximas elecciones .
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