Momento en que los padres presentan a sus hijos ante la Blanca Paloma con motivo de la Fiesta de Luz
Momento en que los padres presentan a sus hijos ante la Blanca Paloma con motivo de la Fiesta de Luz - ABC
FIESTA DE LA LUZ

La Blanca Paloma recibe a los futuros rocieros

Miles de familias llevan a sus hijos al Rocío para ser bendecidos con motivo de la celebración de la Fiesta de la Luz

ALMONTE Actualizado: Guardar
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La Fiesta de la Luz o Candelaria se ha convertido en una de las citas imprescindibles en el calendario rociero, hasta el punto de haberse situado como la tercera en importancia tras la Romería del Rocío y del Rocío Chico. Muestra de ello es la afluencia de familias que han acudido un año más a la aldea almonteña para presentar a sus hijos ante la Blanca Paloma, en uno de los actos más entrañables y emotivos que se han dado lugar a lo largo de este fin de semana.

Los actos de la Candelaria comenzaban el pasado sábado por la tarde cuando en el Santuario eran recibidas las dos nuevas hermandades filiales que pasan a engrosar la nómina rociera.

Cartaya (Huelva) y La Carolina (Jaén) llegaban al Santuario acompañadas por vecinos y una nutrida representación institucional. Acto seguido se celebraba el Santo Rosario, que a pesar de las malas condiciones climatológicas –el simpecado de la Matriz procesionó cubierto con un funda impermeable-, congregó a un gran número de fieles que acompañó la celebración con gran solemnidad.

Más tarde tenia lugar la Vigilia Eucarística-Mariana, oficiada por el Rector del Santuario, Francisco Jesús Martín, y que ofrece una de las estampas más sobrecogedoras de la fiesta cuando las luces del templo se apagan y el recinto queda iluminado únicamente por las velas que portan los rocieros.

En la mañana del domingo, ya con mejores condiciones climáticas, miles de padres se agolpaban desde bien temprano en los alrededores del Santuario. A las 10 se celebraba la eucaristía y una hora antes del acto de presentación de los niños, las familias ya abarrotaban la nave central del templo, en espera de vivir el momento de la bendición.

Este año, al igual que el pasado, los niños han podido acceder al camarín de la Virgen y tocar el manto de la Blanca Paloma, un momento muy emotivo y anhelado por las familias rocieras. Así, como explica Juan Ignacio Reales, presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, "cada vez son más los niños presentados, porque se va multiplicando". "Es un día muy bonito en el que adaptamos a la tradición rociera la presentación de Jesús en el Templo", explica el presidente, que celebra el modo en el que "se hace patente la transmisión de la devoción rociera en el seno de la familia".

Reales, del mismo modo, se ha mostrado muy satisfecho por cómo se han desarrollado todos los actos del fin de semana y ha celebrado la afluencia creciente de familias, que hasta bien entrada la tarde guardaban su turno en una cola que se extendía varios cientos de metros en el exterior de la ermita.

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