Los alumnos encerrados en la biblioteca
Los alumnos encerrados en la biblioteca - L. R.
UNIVERSIDAD DE GRANADA

Estudiantes secuestran desde hace una semana una biblioteca de la Universidad de Granada

Un centenar de jóvenes están atrincherados para reivindicar formación gratuita en idiomas o baños multigénero

Granada Actualizado: Guardar
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Este jueves se cumplen siete días desde que casi un centenar de jóvenes tomaran la biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, que está negociando con ellos para dar una solución al conflicto. Los estudiantes –procedentes de todas las facultades– están atrincherados y no permiten el acceso a nadie ajeno a su «asamblea horizontal», por lo que el servicio de estudio y préstamo de libros está paralizado.

Ellos no quieren dar la cara. Prefieren no decir su nombre. Van todos a una a la hora de reivindicar cinco puntos que han acordado. Piden que la formación del B1 sea gratuita –el examen no cuesta nada en la UGR– o se incluya en los planes de estudio, cambios terminológicos en el protocolo de actuación contra el acoso machista, que se haga un referéndum para elegir el calendario académico, ampliación de zonas y horas de estudio y, por último, que los baños de todas las facultades sean multigénero, esto es, unisex.

Los estudiantes están supuestamente encerrados, aunque este periódico ha podido comprobar cómo entran y salen con absoluta normalidad por la puerta trasera de la biblioteca. Ellos mismos han bloqueado con cadenas la entrada principal, que está completamente empapelada para evitar que se tomen imágenes del interior. Incluso han tapado todas las cámaras de seguridad.

Desperfectos

Según han apuntado varios trabajadores, los estudiantes que no consiguieron acceder por la puerta principal, forcejearon con un guardia de seguridad una puerta automática hasta romper el brazo robótico con el que funciona. «No nos consta», responden los jóvenes tras ser preguntados por este asunto, e insisten en que la biblioteca de Ciencias está en plenas condiciones: «El tiempo dirá si decimos la verdad. [...] Para nosotros no es agradable estar aquí».

El servicio de préstamo de libros está totalmente paralizado. «Sólo queremos que esto acabe», comentan los bibliotecarios, que únicamente pueden dar los pocos manuales que les han sido devueltos en los últimos siete días. Los jóvenes atrincherados aseguran que hay otras formas de consultar la información: por internet o en otras facultades. Sin embargo, los bibliotecarios de Ciencias aseguran que hay muchos libros que no están digitalizados y sólo se encuentran allí.

Los funcionarios no son los únicos descontentos con la situación. Buena parte de los universitarios de Ciencias tampoco están de acuerdo con el secuestro de su biblioteca. «Que se vayan, no nos representan, no han sido elegido democráticamente por nadie y encima nos dificultan nuestra tarea», critica de forma rotunda Miguel, estudiante del Grado de Física.

Cuatro reuniones

La Universidad de Granada ha mantenido a lo largo de los últimos días varias reuniones infructuosas con representantes de la asamblea para tratar de dar una solución al conflicto. Fuentes del Decanato insisten en que no están negociando con los jóvenes. Hablan de «diálogo», pues este grupo no está oficialmente integrado en ninguno de los órganos de representación estudiantil con los que cuenta la UGR.

Este miércoles ha tenido lugar el cuarto encuentro entre ambas partes, que se extendió desde por la mañana hasta pasadas las 9 de la noche. Fuentes del gabinete de prensa de la UGR han señalado a este periódico que la reunión ha sido «productiva en todos los sentidos». Este jueves estudiarán las propuestas de los estudiantes, «gran parte» de las cuales ya se encontraban recogidas en el programa de la rectora, Pilar Aranda, que no ha querido hacer declaraciones al respecto.

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