Si el PP decidiera cambiar de sintonía para las autonómicas, a Javier Arenas podría irle bien la canción del Dúo Dinámico "Resistiré". El candidato del PP a la Presidencia de la Junta es un resistente nato de la política. Si gana las elecciones el 25 de marzo, como vaticinan las encuestas, verá así compensado que se haya mantenido en pie cuando los vientos soplaron en contra. Arenas ha aguantado tres derrotas en Andalucía, las tres frente a Chaves, pero no haberse dado por vencido le puede compensar ahora. La crisis, el paro, los ERE y el desgaste de los socialistas por 30 años en el poder le han puesto en bandeja una oportunidad que persigue desde 1994 y que a punto estuvo de conseguir en 1996, cuando las encuestas también le eran favorables.
Pero en esta ocasión nadie en el PP duda de que Arenas será presidente de la Junta de Andalucía en 2012, pese a los reiterados intentos de él mismo por hacer bajar a sus compañeros del globo más por superstición y pudor que por convencimiento. Sus dos victorias históricas en las municipales del pasado mayo y en las generales de noviembre sostienen este presentimiento. Pero no le vale con ganar las elecciones, necesita mayoría absoluta. De lo contrario, PSOE-IU gobernarán. De ahí que afronte la campaña electoral como una final de la 'champion'.
La cuenta atrás para las elecciones empieza ahora, pero Javier Arenas lleva trabajando 14 horas diarias para las andaluzas desde que volviera de Madrid en 2004, cuando Rajoy, otro resistente como él, perdió las generales. Era vicepresidente del Gobierno y ministro de la Presidencia, lo máximo hasta ahora en su carrera política. El golpe de la derrota en 2004 fue duro de digerir, según admitió después. Arenas demostró entonces su gran capacidad para reinventarse cuando tuvo que dejar Madrid. Recuperaba su punto de partida en política, aunque nunca dejó de ser líder del PP en Andalucía ni cuando mandaba Teófila Martínez.
Su biografía avala su capacidad de resistencia. Javier Arenas Bocanegra, que nació el día de los santos inocentes de 1957 en Sevilla y se crió en Olvera (Cádiz), donde su padre era médico, empezó en política muy joven, primero en la UCD y luego en el PDP. Manuel Clavero y Óscar Alzaga son sus referentes políticos, según él mismo confiesa.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y empleado público de la Consejería de Cultura, con 25 años fue teniente de alcalde del Ayuntamiento de la capital andaluza y con 36, ya presidente del PP de Andalucía, aspiró por primera vez a la Presidencia de la Junta. Antes ya había sido diputado en el Congreso. Aquella juventud en política le valió el apodo de 'el Niño'.
La espinita de las derrotas frente a Manuel Chaves (1994, 1996 y 2008) unido a dos errores de bulto (la foto con el limpiabotas en la campaña del 94 y sus alusiones a un pucherazo en las generales del 96) han sido convenientemente alimentadas por el PSOE en Andalucía para acuñarle una imagen de perdedor y "señorito". El PSOE ha emitido un vídeo sobre ello esta campaña.
Sin embargo, su trayectoria es la de un político de éxito incluso antes de las victorias históricas el 22M y el 20N. Arrebató la mayoría absoluta al PSOE en 1994, ganó en las capitales andaluzas en 1995 y dirigió al PP como secretario general en la mayoría absoluta de Aznar de 2000. Ideológicamente es de los que tiran hacia el centro dentro del PP frente a otras posturas más conservadoras. Nunca ha sido de la cuerda de Aguirre y Cospedal. Y ha defendido el andalucismo de su partido, lo que le llevó a pactar el nuevo Estatuto de Autonomía con PSOE e IU en 2007.
Mitin de Dos Hermanas
El mitin de Dos Hermanas, feudo socialista, en septiembre de 2009, marcó un antes y un después en esa trayectoria. Por primera vez el PP llenaba (más de 20.000 personas) en un territorio hostil. Desde entonces las encuestas fueron rodando una tras otra a su favor.
Tras Dos Hermanas, Javier Arenas comenzó a ver el fruto a su estrategia de ir de pueblo en pueblo desde 2004, estructurando un partido con una generación joven (salvo su intocable Gabriel Amat, uno de sus mejores amigos) y conquistando el voto en las agrociudades.
Javier Arenas, quien desde agosto se somete a una dieta estricta y nada cuando puede en un club cerca de su casa de Sevilla, tiene ante sí el mayor reto de su vida política, ser presidente de Andalucía. Si lo consigue, sería solo por ocho años. Es lo que promete en su programa electoral, además de reducir los cargos de la Junta un 50%.
Casado con la abogada Macarena Olivencia y con tres hijos (Rocío, Javier y Carlos, este ahijado de José María Aznar), Arenas tiene otro reto más modesto, escribir un libro sobre bares de las carreteras andaluzas y sus especialidades culinarias. Se las conoce todas, de tanto ir y venir. Uno de sus platos preferidos son las alcachofas salteadas con jamón. Lee por las noches, le gusta Pérez Reverte, y entre sus manías está la de escribir con rotulador negro. Aunque es candidato por Almería y admite querencia por Olvera (Cádiz), la ciudad de sus amores es Sevilla, donde vive. Como aficionado al fúbol es hincha del Sevilla FC. Y como entusiasta de la Semana Santa, es cofrade de la Hermandad de la Macarena, una de las más populares en Sevilla. Arenas ha prometido que si gana el 25M una de las primeras cosas que hará es ir a dar las gracias a la Virgen Macarena.
