Para Diego Valderas Sosa (Bollullos Par del Condado, Huelva, 1953) estas son sus terceras elecciones como candidato a la presidencia de la Junta. De nuevo vuelve a presentarse por Huelva, su provincia, lo que demuestra su grado de confianza en que IU mejore. En las elecciones de 2004 se quedó fuera del Parlamento al no salir el diputado de Huelva.Valderas arranca la campaña con la expectativa de convertirse en llave de una coalición de izquierdas si el PP no logra la mayoría absoluta. Pese a ello en su discurso criticará tanto a Griñán como a Arenas para defender que PP y PSOE son lo mismo y que el bipartidismo enferma la democracia. Si consigue que IU pueda decidir sobre las políticas del gobierno que salga de las urnas el 25 de marzo, habrá conseguido uno de sus logros políticos largo tiempo acariciado. Sería el premio a su don de la paciencia.
Valderas se hace con el control de Izquierda Unida en 2000. Entonces da un giro a la estrategia hasta entonces de esta formación, la de mirar al PSOE como principal rival, la de la política de las 'dos orillas' auspiciada por Julio Anguita y seguida por Luis Carlos Rejón. Ambos negaron unirse al PSOE en los peores momentos de este con el objetivo de convertirse en la fuerza de izquierdas alternativa a la derecha. Tras remontar el PSOE, IU queda como tercer partido, pero casi de forma testimonial. Cuenta con seis diputados, frente a los 20 que obtuvo en 1994. Valderas modera su discurso frente al PSOE e incluso se alinea con este en no pocas medidas y leyes en el Parlamento. Para muchos ha estado preparando el terreno para cuando el PSOE necesitara un partido llave de gobierno, una vez desaparecido el PA del Parlamento.
Pero su papel no ha sido de palmero del Gobierno socialista. Valderas es moderado, pero crítico, como lo prueban sus intervenciones en las sesiones de control al Gobierno, sobre todo con las medidas de Griñán contra la crisis, que considera parcas en gasto público. Valderas intenta canalizar hacia Izquierda Unida el voto descontento con el PSOE y el de los indignados del 15M. En este sentido ha sabido manejarse con acierto, ya que llevó como candidato a las elecciones generales al primer joven del 15M que entra en el Congreso, Alberto Garzón.
Sin embargo, le sigue resultando imposible controlar a Juan Manuel Sánchez Gordillo, el polémico alcalde de Marinaleda. Gordillo, con grandes apoyos en IU gracias a la formación que lidera, la CUT-BAI, se salió con la suya de encabezar la lista por Sevilla, aunque la ley electoral actual impide la duplicidad del cargo de alcalde y diputado. También con Gordillo, el coordinador de IU ha echado cintura y paciencia. Intenta evitar la bronca tras los sinsabores que le dejó su pugna con Concha Caballero por el control de IU en 2003 y, sobre todo, su distanciamiento de Rosa Aguilar. El abandono de esta de Izquierda Unida y de la alcaldía de Córdoba para ser consejera con Griñán fue el momento más crítico para Valderas de esta legislatura. Pero no le hizo cambiar de estrategia con el PSOE. Siguió dando una de cal y otra de arena, pero sin que esta se viera como un apoyo al PP. Siempre se mostró en contra de que en Extremadura Izquierda Unida dejara gobernar al PP. El fantasma de la 'pinza' que él protagonizó junto a Rejón, le persigue.
Valderas es un veterano de la política. Empezó muy joven, como alcalde de su pueblo desde 1979 a 1994. Su etapa más conocida es la más breve, cuando fue presidente del Parlamento desde 1994 a 1996 con los apoyos del PP. En esta etapa tuvo lugar la anécdota más recordada del Parlamento, cuando, en la votación de los presupuestos en 1994, un ataque de risa contagió a todos los diputados de la Cámara. Valderas suspendió la sesión ante el contagio hilarante de sus señorías. El episodio dio la vuelta al mundo y se vio en todas las televisiones.
Administrativo de profesión, Valderas es un hombre de costumbres sencillas, muy apegado a su tierra, Huelva. Uno de sus tres hijos sigue sus pasos y se presentó como candidato de Izquierda Unida en Lepe.
