La expectación del segundo debate televisivo ante las elecciones británicas, superó a las ya elevadas del primero.Anoche la gran pregunta fue cómo neutralizar al candidato sorpresa Nick Clegg y, de nuevo, los líderes de los dos grandes partidos no lo tuvieron fácil.Clegg comenzó atacando a David Cameron por el antieuropeismo de los conservadores.Brown le acusó de blando, de idealista y de proponer soluciones imposibles como su propuesta de regularización masiva de inmigrantes.Pero el primer ministro no lo tenía fácil. No podía olvidar a su rival original. Intentó demostrar que si ganan los conservadores...