Este sábado, al menos 17 personas han muerto y 55 han resultado heridas en el ataque del ejército yemení  a los opositores concentrados en la Plaza del Cambio, en Saná. Fuentes médicas aseguran que los fallecidos son todos civiles y que los militares de la primera división blindada del general Alí Mohsen al Ahmar cargaron contra la protesta. A pesar de la confirmación de los fallecidos, el presidente Alí Abdalá Saleh asegura que se ha impuesto un alto el fuego en la capital. Su inesperado regreso este viernes siembra nuevas dosis de incertidumbre sobre el futuro del país.