Muchos barceloneses y, sobre todo inmigrantes, ocupan los fines de semana las zonas verdes de la ciudad catalana para disfrutar de un almuerzo al aire libre. Armados de mantel, mesa y sillas plegables, han reavivado una tradición que se había perdido en Barcelona. Los culpables de la recuperación de esta costumbre han sido los inmigrantes, que a menudo organizan comidas de grupo al aire libre en estas zonas. Esta práctica no es ilegal y por eso se consiente, aun cuando la ciudad ya dispone de unas zonas habilitadas expresamente para este fin. Una de las zonas más concurridas es el parque del Poblenou,...