Etiquetados, envueltos y hasta con certificados de autenticidad. Así vendía por Internet la detenida a la que la policía ha calificado como una normal ama de casa réplicas de gran calidad. Actuaba bajo pedido encargando los productos a su proveedor asiático. En menos de diez días obtenía la mercancía y la enviaba sin dejar rastro por mensajería o por correo ordinario. El centro de operaciones: el ático de su propio domicilio con una infraestructura mínima. Se trata de una actividad que ha resultado más que rentable a la detenida, que desde 2006 ha facturado más de 4000 euros mensuales, de ganancias...