En muchos lugares se empieza a celebrar con júbilo una vendimia que este año se ha adelantado en muchas zonas por las altas temperaturas de las últimas semanas. Para evitar el calor hay sitios donde la recogida de la uva se realiza de noche. Se trata de que la uva con el frio nocturno no se dañe tanto en el proceso que va de la viña a la bodega. Los expertos aseguran que así se conservan mejor los aromas y los sabores de las uvas. Comienzan a las cuatro de la mañana y tras siete horas recogiendo el fruto, vuelven a esperar a que anochezca para continuar con la faena.