Las cabinas telefónicas más fotogénicas del mundo

Los móviles han convertido a las cabinas en un objeto vintage donde los turistas se fotografían

ABC VIAJAR

Las cabinas telefónicas han pasado, en apenas veinte años, de ser algo imprescindible en el paisaje urbano a un elemento casi turístico donde hacerse una fotografía. No se puede ir a Londres y no buscar una clásica cabina roja o a Berlín y no fotografiarse en sus cabinas convertidas en bibliotecas urbanas. La agencia de viajes online Rumbo ha recopilado diez ciudades donde hacer turismo pasa por sus antiguos teléfonos.

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Primer teléfono público de España de la sala de fiestas «Viena Park»

Madrid y el primer teléfono público

Fue en el Madrid de finales de los años 20 cuando las primeras telefonistas conectaban a sus abonados a través infinidad de cables. La Compañía Telefónica Nacional de España estaba situada en la Calle Gran Vía 28 y, a día de hoy, los turistas más nostálgicos pueden seguir visitando el edificio. El primer teléfono público de España se instaló en 1928, en la sala de fiestas «Viena Park» del Retiro. Las cabinas funcionaban en aquel momento a través de fichas, que los usuarios debían comprar antes de hacer una llamada.

2

Berlín: una librería al aire libre

Berlín es uno de los destinos favoritos de los viajeros más alternativos. En algunos de sus barrios más «underground», como el de Kreuzberg o Prenzlauer Berg, es fácil toparse con graffitis e intervenciones artísticas. Ante el desuso de las cabinas telefónicas, y para evitar que desaparezcan de la ciudad, los berlineses han querido potenciar su faceta más creativa y conservarlas como patrimonio urbano, convirtiéndolas en pequeños espacios culturales: muchas cabinas berlinesas son hoy librerías públicas , una buena opción para sumergirse en el ambiente de la ciudad con libro en mano.

3

El rojo, el color de Londres

Si el icono de Nueva York son sus taxis amarillos, a Londres la identificamos por sus cabinas telefónicas rojas y son un símbolo de la ciudad. Pero las cabinas londinenses no siempre tuvieron ese aspecto: al principio eran de color crema y sólo su puerta era de color rojo, el color corporativo del sistema postal británico. Fue en 1924 cuando el arquitecto Sir Giles Gilbert Scott diseñó la cabina K6, que todos conocemos. ¿Quién le iba a decir que con los años se convertiría en el icono de Londres más «Instagrameable»?

4

Estocolmo y las cabinas vintage escandinavas

Nuestra siguiente parada es Estocolmo . Su casco viejo de origen medieval está considerado uno de los mejor conservados del mundo. Los locales conocen la zona como «Gamla Stan» y sus calles adoquinadas y edificios que datan del siglo XII. Es por allí donde se pueden encontrar curiosas cabinas telefónicas que llaman la atención por sus puertas de estilo romántico y cúpulas que se adaptan a la estética del barrio. Otro dato curioso: en la ciudad vieja de Estocolmo podemos encontrar uno de los callejones más estrechos del mundo, el «Marten Trotzigs Gränd», famoso por medir sólo 90 centímetros de ancho.

5

Las cabinas «marinas» del barrio de Beyoğlu de Estambul

La antigua Constantinopla esconde muchos secretos, entre ellos, el diseño de sus cabinas telefónicas. Entran dentro de las más llamativas del mundo, y es que tienen forma de delfín. Concretamente se encuentran en el distrito de Beyoğlu , situado en la parte europea de la ciudad y considerado como uno de los barrios más artísticos de Estambul . En el barrio podemos encontrar galerías de arte y restaurantes para disfrutar durante el día, y los clubs más «chic» de la ciudad por la noche. Un consejo para los viajeros amantes del arte: en Beyoğlu se encuentra también el Museo de Arte Moderno, que fue sede de la Bienal de Estambul.

6

Dubái, unas peculiares cabinas

Dubái se ha convertido en una de las ciudades más populares del mundo para hacer turismo, y en los últimos años ha sido el destino favorito de los amantes de las compras. En la ciudad destaca la arquitectura futurista y los rascacielos adaptan la estética árabe dibujando en su skyline formas vanguardistas.

Es el caso del «Burj Khalifa» , que posee nueve récords mundiales de altura y sigue siendo a día de hoy uno de los más altos del mundo. Pero aunque sorprenda, en Dubái también hay espacio para planes tradicionales, como pasear por su Zoco de Oro tradicional. En el casco viejo podemos encontrar cabinas telefónicas con formas particulares que nos trasladan al Dubái más tradicional.

7

Riad: modernidad y tradición de la mano

Riad es una ciudad de contrastes que atrae tanto a turistas como a viajeros de negocios. Uno de sus rascacielos, el «Kingdom Centre Tower» es uno de los más imponentes de la ciudad, con 302 metros de altura. Pero para descubrir el pasado de Arabia Saudí los viajeros acuden al «Museo de RIAD», donde descubrir el legado histórico de la ciudad y de la zona. Si eres de los que no pueden vivir sin teléfono, no te preocupes: incluso cuando salgas de Riad, en pleno desierto , podrás estar comunicado, gracias a las cabinas telefónicas que todavía están en funcionamiento.

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Nueva vida en las cabinas de Shanghái

Shanghái es una de las ciudades clave a nivel global que despunta por su desarrollo tecnológico. Poco a poco, las cabinas telefónicas han ido desapareciendo de su paisaje urbano, pero los vecinos se resisten a perderlas. De hecho, el gobierno de la ciudad tiene previsto transformarlas poco a poco y darles un nuevo uso, convirtiéndolas en mini librerías, centros de recarga para móviles , espacios artísticos o incluso máquinas dispensadoras. Así que todavía queda esperanza para los amantes de lo analógico que quieran ver de cerca las cabinas de la ciudad, como este par de cabinas siamesas.

9

Tokio y la conexión con la naturaleza

Tokio es sinónimo de innovación y uno de los destinos favoritos de los amantes de la tecnología. Pero los japoneses también sienten un fuerte vínculo con la naturaleza y son muchos los que se escapan a las afueras de las grandes ciudades para conectar con la naturaleza y pasar un tiempo sin teléfono móvil. Uno de los sitios favoritos de los locales para desconectar está en la Isla de Yakishima , que desde el aire tiene una forma característica, en forma de pentágono, y que guarda un denso bosque declarado patrimonio de la Unesco conocido como «Sugi» en japonés, donde proliferan las coníferas. Y es precisamente en la vieja corteza de estos árboles donde algunos locales instalaron cabinas, una manera original de comunicarse con la naturaleza.

10

En el «Hoh Rain Forest» de Seattle

Muy cerca de la ciudad de Seattle , la ciudad más grande del estado de Washington, encontramos un tesoro natural que muy pocos conocen: el Hoh Rain Forest , uno de los únicos bosques templados de los Estados Unidos. Los visitantes que decidan dejar su teléfono en casa para hacer un “detox” digital se encontrarán con peculiares cabinas telefónicas de la zona, donde el musgo crece desde su cúpula.

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