Viajar

La magia de viajar a Monsaraz en invierno

El buque insignia del Alentejo portugués es un refugio para pasar la Navidad y el Fin de Año

La niebla se ha instalado en el lago R. Maestre

Romualdo Maestre

Monsaraz en invierno, cuando la niebla del lago artificial más grande de Europa se instala a sus pies, pareciera un transatlántico que cruza el mar. La Puerta de la Villa sería la proa y el castillo con su Torre de las Hechiceras su popa . Pero Monsaraz es mucho más que el barco que lleva bien alto su pabellón de buque insignia del Alentejo portugués.

El Hospital del Espíritu Santo y la Casa de la Misericordia R. Maestre

Es historia a pie de calle, un museo abierto donde cada rincón es una huella de su pasado: árabe, templario, judío. A sus murallas medievales se le une un baluarte de defensa estilo franco holandés que le otorga un sello único en este espacio de defensa fronterizo. Aunque lo más interesante es pasear por sus calles, si es al amanecer o en la puesta de sol el espectáculo puede ser único , hay que visitar obligatoriamente a mi entender, aparte de la fortaleza, tres enclaves.

El amanecer R. Maestre

La Iglesia de Nuestra Señora de la Laguna; primitiva iglesia gótica, construida en el s.XIII por el rey D. Dinis, fue reformada y ampliada tres siglos más tarde por el alcance que tuvo la peste negra y su pequeño tamaño original; cuenta con ocho capillas laterales y destaca la tumba, en mármol de Estremoz, de Gomes Martins Silvestre, primer alcalde y poblador de la ciudad . Frente a ella se encuentra el Hospital del Espíritu Santo y la Casa de la Misericordia, que incorpora también su iglesia del mismo nombre y que sólo por ver los exvotos de cera con forma humana colgados de la pared merece la pena entrar. Capítulo aparte es el Museo del Fresco que se haya en la antigua Casa Consistorial de la Audiencia ; un fresco precioso del siglo XV fue descubierto en 1958 tras un tabique de ladrillo donde se representa la Justicia con el buen y el mal juez; arriba la figura de Cristo con la esfera terrestre y una inscripción, Uropa; abajo las dos alegorías del Derecho, el buen juez con la vara recta de la Justicia y el rostro solemne; el mal juez con la vara rota y el doble rostro.

La torre del Castillo R. Maestre

Hasta el 6 de enero se podrán además ver por las calles de Monsaraz un Belén con más de 40 figuras en tamaño real que representan escenas bíblicas asociadas al nacimiento de Cristo. Son orginales de Teresa Martins, hechas a partir de grandes estructuras de hierro y recubiertas por paños de color crudo y rosáceos impermeabilizados. Los rostros y las manos son de cerámica, porque si esta región de Portugal es famosa por sus vinos, no pierdan una visita a San Pedro do Corval , apenas media hora en coche desde Monsaraz. Allí podrán encontrar decenas de alfarerías donde adquirir cacharros de barro a precio de ganga, desde lebrillos a tinajas pasando por otros más decorativos.

El cementerio visto desde el castillo R. Maestre

Por el camino, tomando la dirección que lleva a Reguengos de Monsaraz por Sem-Fim, no dejen de ver el cromlech del Xerez, el menhir de Belhoa y los dólmenes 1 y 2 del Olival da Pega . Como se encuentran en medio del campo y las indicaciones no son muy buenas, en la oficina de Turismo facilitan las coordenadas geográficas que nos llevarán a ellos sin ningún problema. Recuerden que ya se puede navegar con datos por la Unión Europea al mismo precio que en el país de origen.

El cromlech del Xerez R. Maestre

En Monsaraz no tendrán ningún problema de alojamiento. Es más, el municipio sufre una suerte de gentrificación y casi todas las casas son para alquilar para fines de semana o temporadas . Eso hace que por ejemplo no exista un solo supermercado en la ciudad y haya que ir a Reguengos de Monsaraz para avituallamiento. El lado positivo es que todos los días pasa una furgoneta que vende puerta a puerta un pan artesanal y otra con frutas y verduras. Para comer todos los sitios son buenos. Me gusta El Horno, Los Templarios y en Sem-Fin el Museo del Aceite (preciosa su decoración). El queso alentejano, las aceitunas negras que me recuerdan a las prietas de El Arahal, el cordero, las silarcas (gurumelos), las migas, el pulpo frito o las manitas de cerdo son los platos típicos que hay que probar. Recuerden que la zona es muy turística y si bien los precios no son muy altos si los quieren más ajustados pueden encontrarlos en Reguengos de Monsaraz o en Évora. Duele escribir esto pero el mejor sitio que encontré por variedad, calidad y oferta de caldos alentejanos -no podemos irnos sin comprar varias botellas-, fue el Continente de Reguengos .

El museo del aceite en Sem-Fin R. Maestre
Monsaraz visto desde San Benito R. Maestre
La torre de las Hechiceras R. Maestre

Alfarería en San Pedro de Corval R. MAESTRE

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