REINO UNIDO
Fountains Abbey: las ruinas más grandes de todo Reino Unido
Esta abadía medieval constituye una de las ruinas mejor conservadas de Inglaterra
En Yorkshire, al norte de Inglaterra, se encuentra una gran abadía rodeada de una gran pradera verde y un bosque. Se trata de las ruinas de Fountains Abbey , las más grandes y mejores conservadas de todo Reino Unido. Esta abadía medieval, junto con el Parque Real de Studley, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986.
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Los comienzos de su construcción fueron caóticos . Se fundó después de un altercado acontecido en la Abadía Santa María en la histórica ciudad de York. E xpulsaron a 13 monjes que acabaron bajo la protección de Thrustan, arzobispo de la ciudad. Este último cedió a la comitiva un valle cerrado cerca del río Skell, lugar en el que estos monjes benedictinos construyeron su propio monasterio en 1132 y pidieron la adhesión a la Orden del Císter.
A mediados del siglo XIII, Fountains Abbey se convirtió en uno de los centros religiosos más importantes de Inglaterra. Se mantuvo activo hasta 1539, cuando Enrique VIII decretó la disolución de los monasterios y la abadía fue vendida al comerciante londinense Sir Richard Gresham en 1540. Veintisiete años más tarde, los restos de Fountains Abbey pasaron a ser propiedad de la familia Aislabie , quienes en 1718 empezaron a construir también los Jardines de Studley Royal.
Los restos de la abadía aún se conservan en buenas condiciones. La parte más antigua que se puede ver es el transepto , con columnas que separan una nave larga (compuesta por pilares en forma de cilindros) de las naves laterales (compuestas por arcos de estilo románico). Algunos de las bóvedas se iluminan en la noche con luces de distintos colores.
Del claustro apenas queda nada, pero sí se puede entrar en una gran sala cerrada que en su época fue un dormitorio del monasterio . En la parte norte del complejo, se aprecia una torre de gran tamaño construida entre finales del siglo XV y principios del XVI. Tiene cuatro plantas llegando a los 50 metros de altura.
En cuanto al jardín, fue John Aislabie quien convirtió un valle salvaje y arbolado de su finca de Yorkshire en uno de los jardines de agua georgianos más impresionantes de Inglaterra. Después de más de 200 años, el jardín apenas ha cambiado. Los visitantes pueden disfrutar de este bonito paisaje mientras pasean por la pradera de los jardines.
