48 horas en Oporto, el fin de semana perfecto

La ciudad portuguesa, rodeada de cierta atmósfera decadente, vive ahora una etapa dorada

Mar de Alvear

Ya no es la ciudad que fue. Lejos quedó el aire de pobreza y, aunque perdura cierta atmósfera decadente, Oporto vive ahora una etapa dorada.

Son de visita obligada la catedral así como la Capilla de las Almas y las iglesias de las Carmelitas y de Carmo, separadas por la casa del cura, que ocupa tan solo 1,20 m. de fachada. También la Torre de los Clérigos y sus bonitas vistas, tras superar los 230 escalones. Y, por supuesto, la estación de Sao Bento y sus más de 20.000 azulejos que cuentan la historia del país, y el puente de Don Luis I.

En el corazón, Rua das Flores y Santa Catarina invitan a pasear sin prisas. Hablamos de una urbe fácil, perfecta para descubrirla, en apenas 48 horas, con o sin rumbo fijo. En cuanto a visitas programadas, Civitatis, fundado por dos españoles y que opera en todo el mundo, permite reservar algunas como la ciudad al completo con entradas, «tour» nocturno y espectáculo de fado así como el popular crucero de los seis puentes.

Pulpo, pollo y «francesinha»

The Yeatman Restaurante con dos estrellas Michelin

En cuanto a gastronomía, es complicado equivocarse. En la Ribeira se encuentra Adega de Sao Nicolau, donde es imprescindible reservar y probar el pulpo rebozado. Quizá le suene el nombre de «francesinha», se trata de una sabrosa bomba calórica. No vuelva sin decir que no la probó y, lejos de los establecimientos más famosos, elija cualquier tasca para hacerlo. Por ejemplo, Churrasqueira Moura, frecuentada por locales. Como famoso es el pollo, que preparan riquísimo en Pedro dos Frangos.

Si le apetece un café y un trozo de tarta, hay un local muy especial en la cuarta planta del edificio situado en Rua Passos Manuel, 178. Es Maus Hábitos. Disfrute de las vistas y del ambiente. Por la noche, cuenta con sesiones de DJ. Y, si desea escuchar fado, anote Casa da Mariquinhas es una referencia desde 1968. Tampoco debería pasar por alto conocer una bodega y probar los afamados vinos de Cockburn’s Port o A. Ramos Pinto.

Oporto está lleno de tiendas gourmet. Por ejemplo, en la zona de las galerías, en Miguel Bombarda, se encuentra Copo D’Uva. Si bien el auténtico ambiente se respira en el impresionante Mercado do Bolhao. En la zona de Avenida de los Aliados, Rua do Bonjardim concentra comercios tradicionales en los que adquirir quesos, bacalao o las famosas latas de sardinas. Destacamos Casa Lourenço y O Pretinho do Japao.

Más compras en la citada zona de Miguel Bombarda, con direcciones tan interesantes como Early Made, que combina artesanía y moda. En la concurrida Galería de París, está A Vida Portuguesa, perfecta para adquirir bonitos recuerdos del viaje. No deberían faltar jabones, que también se encuentran en Claus Porto. En caso de ser fan de Harry Potter, visite la bellísima Librería Lello. Sepa que las colas disminuyen a última hora de la tarde y que, si compra un libro, le devolverán el importe de la entrada.

Dónde dormir

Si busca un alojamiento exclusivo, The Yeatman es la elección. Situado en Vila Nova de Gaia, este Relais & Chateaux vinculado al mundo del vino ofrece unas vistas de la ciudad maravillosas. Cuenta con un spa perfecto para unas horas de desconexión total y un restaurante con dos estrellas Michelin altamente recomendable comandado por Ricardo Costa. (Desde 215 euros). En caso de que le guste el estilo desenfadado de un «hostel» y cuenta con un presupuesto menor, Bluesock Hostels Porto se encuentra en el corazón de la Ribeira. (Desde 15 euros).

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