Boletus Edulis, donde micología y gastronomía confluyen
Entre el centenar de especies de boletos, la Edulis es la más popular y resulta especialmente sabroso
Ana Verónica García
Boletus edulis, o boleto de color pardo fácilmente identificable por su sombrero semiesférico y algo aterciopelado, puede alcanzar hasta los 20 centímetros, se dan en otoño en los bosques de robles y castaños, aunque es probable encontrarlos durante todo el año aunque es igualmente valorado por los recolectores y demandadas en el mercado debido a su valor culinario .
El boleto incluye más de un centenar de especies pero no todas son comestibles, aunque el boletus edilus, el más famoso, puede resultar especialmente sabroso y es ideal para prepararlo salteado, a la plancha o en revuelto para comer solo o como acompañamiento, tanto cocinado como conservado en aceite o vinagre.
El edulis también recibe comunmente el nombre de hongo o seta de calabaza por el color de su sombrero, cuyo borde es más claro, lo que le distingue claramente de los otros boletos parecidos, de carne blanca inmutable. A la hora de la recogida conviene evitar aquellas especies de boletos que presenten poros rojizos. En ocasiones una adecuada cocción puede cambiar los grados de toxicidad, pero dada la disponibilidad y buen sabor de otras muchas especies, quizá lo más sensato sea dejar de lado las que de primeras no son demasiado accesibles.
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