El proyecto se basa en crear cortinas de aire imperceptibles que eviten la propagación de los virus
El proyecto se basa en crear cortinas de aire imperceptibles que eviten la propagación de los virus - ABC

Este es el «repugnante» camino que hace un estornudo cuando estamos en un avión

Raymond Wang, de tan solo 17 años, ha ganado 75.000 dólares creando un sistema para evitar la expansión de los virus en vuelo

Madrid Actualizado: Guardar
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A diario, millones de personas se suben a un avión incubando alguna enfermedad o, directamente, con algún virus contagioso dentro de su organismo. Esta no tiene por qué ser mortal. De hecho, puede corresponderse simplemente con un catarro común. Sin embargo, y mediante un mero estornudo, ese individuo es capaz de contagiar sin pretenderlo a todo aquel que se halle cerca de su asiento. Al menos hasta ahora, pues Raymond Wang -un estudiante de 17 años de edad- acaba de idear un sistema para evitar la propagación de las bacterias dentro de un aeroplano. La idea, tal y como afirman varios medios internacionales, se basa en crear «pantallas» de aire imperceptible cerca de cada pasajero.

Para llegar a esta conclusión, Wang estudió la forma en que un virus se propaga dentro de un avión comercial (concretamente, en los modelos Boeing 737 y A320, los más utilizados en la actualidad y, por tanto, en los que más enfermedades se propagan).

En este sentido su estudio, pormenorizado y basado en los planos originales de los aparatos, se suman a una investigación realizada el pasado año y que -publicado por « Popular Science»- demuestra lo preocupante que puede llegar a ser un simple estornudo en un avión. Y eso, considerando que los sistemas de ventilación del mismo ya eliminan el 99,97% de las bacterias presentes en el aire.

En la simulación previa a la de Wang se puede apreciar como, cuando una persona estornuda, las partículas son llevadas en un principio hacia arriba debido al sistema de ventilación (el cual, posteriormente, las desplaza hacia los laterales del infectado). Estas personas (junto con las que se encuentran en los asientos que se hallan en la parte posterior -a izquierda y derecha-) son las que sufren el «impacto» de una mayor concentración de virus. El resto, finalmente, se dispersarían por todo el aparato -y a una distancia notable- afectando a todo el pasaje, aunque en una cantidad ínfima. Los datos, eso sí, fueron recogidos basándose en la consideración de que el enfermo no se taparía la boca con la mano o un pañuelo.

Realizando una investigación similar -aunque mucho más completa al considerar los flujos de aire en base a los mapas entregados por las aerolíneas- este joven científico decidió idear un sistema que evitara la propagación de los virus. «Me dije ¿Por qué nadie está haciendo nada relacionado con esto? Tan solo me encontré con una investigación anterior muy limitada para modelar el flujo de aire, pero que no ofrecía soluciones razonables», explica el propio Wang.

Cabina con nueva distribución de aire
Cabina con nueva distribución de aire - TED

De esta forma -y motivado con la idea de evitar la expansión del brote de Ébola acontecido hace algunos meses- Wang ideó un sistema de circulación de aire que aisla de forma independientemente a cada pasajero e impide que los gérmenes se propaguen en el interior de los aviones. Este crea una cortina invisible e imperceptible que, llegado el momento, no permite a las bacterias desplazarse por el aire y las elimina. Algo que se puede lograr redirigiendo las corrientes generadas por los sistemas de ventilación del aparato.

Este proyecto de «espacio de aire personalizado», que reduce la inhalación de patógenos hasta 55 veces y mejora la respiración de aire limpio en un 190%, ha logrado conquistar a los jueces de la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería, los cuales le han otorgado 75.000 dólares por la idea. Y no es para menos, pues -según calcula el joven investigador- apenas costaría 1.000 dólares por aparato introducirla y se correspondería con menos de una jornada de trabajo para los operarios. El sistema, además, impediría la expansión de virus como el H1N1 y podrá reducir el riesgo de epidemias futuras.

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