Las obras del nuevo hospital llevan años paralizadas
Las obras del nuevo hospital llevan años paralizadas - l. revenga
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Domingo negro en el hospital

La avería de equipos electrógenos provocó situaciones de caos en el Virgen de la Salud el 30 de agosto, cuando una fuerte tormenta dejó sin luz la UVI y los quirófanos

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Que es imperiosa la necesidad de que Toledo disponga de un nuevo hospital público se puso claramente de manifiesto el pasado 30 de agosto, día en que una gran tormenta descargó por toda la geografía provincial arrasando cosechas y causando numerosos desperfectos, entre ellos los árboles de la céntrica plaza de Zocodover de la capital, cuyas enormes ramas cayeron tronchadas sobre el pavimento, como informó ABC.

Mientras, en el interior del hospital Virgen de la Salud, la situación que se vivía puede calificarse de caótica, ya que la meteorología dejó durante dos horas sin luz un centro con cientos de pacientes hospitalizados y cuyo bienestar y subsistencia depende en gran medida de la tecnología existente. Esta vez, los equipos electrógenos no fueron capaces de mantener el fluido eléctrico en algunas habitaciones y quirófanos, provocando situaciones «graves» debido a la falta de luz.

Según han relatado a ABC fuentes sanitarias, «el caos fue patente en las urgencias, los quirófanos y la UVI». Un ejemplo de ello es el caso de una paciente que iba a ser operada de una fractura de cadera. La mujer ya estaba anestesiada de cintura para abajo para la intervención quirúrgica, y el equipo médico que la atendía decidió esperar un momento para ver si la luz volvía. Como no fue así, «hubo que bajarla a reanimación y suspender la operación, que afortunadamente no había empezado; si no, no sabemos qué hubiera ocurrido». La circunstancia de que los hechos se produjeran en domingo propició que no fuera mayor el número de operaciones en marcha.

En la Unidad de Vigilancia Intensiva la situación no era mucho más esperanzadora. El corte del fluido eléctrico obligó a los trabajadores a utilizar un recurso inaudito en un hospital general que atiende a cientos de miles de pacientes. Desde el equipo electrógeno del servicio de Cirugía Cardiaca hubo que lanzar unas alargaderas hasta la UVI, que permanecía a oscuras con sus 23 camas y muchos de los paciententes conectados a aparatajes que mantienen sus constantes vitales.

Los llamados «pulmones artificiales» no funcionaban por la falta de luz y el personal sanitario tuvo que activar sistemas de ventilación mecánica. «Se vivieron momentos trágicos», señalan las fuentes consultadas, aunque, afortunadamente y debido, fundamentalmente, al buen quehacer de los trabajadores, la cosa no fue a mayores.

Y gracias a que existían esas alargaderas. Hace siete años, una noche se produjo un corte de luz similar en el hospital Virgen de la Salud, y la solución entonces vino a través de este sistema: las alargaderas que han permanecido y que fueron utilizadas en este reciente «domingo de infarto», como lo califican en el centro. «Esto no hubiera pasado si el mantenimiento de los grupos electrógenos fuera el adecuado», subrayan.

Pero todo no quedó ahí. El martes siguiente, 1 de septiembre, y sin que se conozcan las causas, el programa informático «Mambrino» se vino abajo, lo que obligó a hacer «a mano» cualquier trámite administrativo relacionado con consultas, citas o laboratorios, y en especial con las historias clínicas, que este sistema controla para facilitar su gestión y visualización por parte de los profesionales sanitarios. El sistema de información hospitalario «Mambrino», herramienta basada en la historia clínica electrónica única del paciente, está implantado en todos los centros hospitalarios dependientes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), y permite a los profesionales del cualquier centro sanitario de la región acceder a los datos clínicos y administrativos del paciente. Aquel día, esto no fue posible durante el tiempo que duró la avería y en ese intervalo muchas consultas tuvieron que paralizarse.

Además, de las ocho de la mañana al mediodía de ese mismo 1 de septiembre; es decir, por espacio de cuatro horas, también se «cayó» el programa informático que gestiona las radiografías, el llamado programa «Ikonos», que permite el acceso desde un terminal a las imágenes radiológicas una vez llevadas a soporte digital, lo que dificultó durante mucho tiempo el trabajo habitual del hospital.

Mientras, continúan paralizadas desde hace años las obras del nuevo hospital de Toledo en el Polígono Industrial.

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