«Cualquier marca necesita estar en internet y para estar ahí necesita ofrecer contenido de calidad»

Los «influencers» se han ganado el cielo de internet. Sus creativas ideas y sus originales movimientos han inaugurado, desde hace algún tiempo, una forma de creación de contenidos bajo el paraguas de los gustos, los hábitos y los intereses de un sector de la población, principalmente joven. De ahí que haya surgido una camada de creadores que han sabido sacarle partido a las nuevas tecnologías. Y agencias de publicidad y empresas se los rifan porque son bien conocedores que, con su ayuda, van a captar la atención de propios y ajenos.

De pasiones va la plataforma española SamyRoad, que quiere ser un escaparate donde estos llamados «influenciadores» pueden compartir y recomendar su propio contenido. Disponible para los sistemas operativos iOS y Android, el servicio recorre por una autopista donde los vehículos son creadores de contenidos.

Estos se organizan por diferentes categorías para una mejor visualización. En concreto, siete: Moda, Arte, Adrenalina, Música, Viajes, Ideas y Solidaridad.

La «startup», fundada en 2013 por tres jóvenes (Patricia, Marta y Juan), ha decidido apostar por el mercado norteamericano, cuna de importantes creadores, con la apertura de una oficina en pleno corazón de Nueva York, ciudad de ensueño y de placeres. Base de negocio tienen para trazar una línea donde los «influencers» pueden, en cierto modo, profesionalizarse. Es decir, compartir y vender.

La empresa, que hasta la fecha han captado unos 1.2 millones de euros de financiación, surgió tras detectar la existencia de talento en internet que, en muchas ocasiones, se pierde. De ahí se decidió actuar de catapulta e intermediarios. «Si buscas algo concreto es fácil, pero si lo que quieres de seguir contenido de tu pasión es más difícil», relata a este diario Patricia Ratia, gerente de fianzas de SamyRoad, quien defiende la idea de que estas personas resultan de gran interés para las marcas «porque las marcas necesitan contenidos de calidad».

Actualmente, el servicio alberga a 150.000 usuarios y cuentan con más de 30.000 creadores ya registrados, que comparten contenidos de calidad mientras pueden obtener dinero mediante una serie herramientas de monetización puestas en marcha por la firma. Es la propia compañía dispone de un equipo que valida a los diferentes «influencers», considerados líderes de opinión en su terreno, para poder publicar. Actúa a modo de intermediaria con diferentes marcas de primer nivel y de diferentes sectores, principalmente, operadores de moda, diseño y tecnología. «Esta comunidad tiene mucho valor, trabajamos con distintas marcas para hacer campañas de marketing de contenidos», sostiene.

El perfil medio de sus creadores son jóvenes de entre 20 y 40 años con profesiones y especialidades relacionadas con el mundo del arte, la ilustración, el diseño, la pintura, la fotografía, aunque entre sus usuarios se encuentran blogueros y aficionados a la moda. Gracias a ellos y su contratación una determinada marca comercial puede dibujar una estrategia de cara a promocionar un determinado producto o servicio. «Lo interesante es que hacemos una combinación de distintos perfiles que trabajan con una marca, con lo cual para hacer por ejemplo un video pueden unirse un videógrafo, un bloguero, un artista o, incluso, un surfero».