ANÁLISIS

OnePlus 7T Pro: un lavado de cara para mantener el nivel difícil de justificar

La firma china renueva su buque insignia con pocos cambios y apuesta por una versión McLaren, aunque su aumento de precio le resta interés

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Pensado para competir con los grandes sin pestañear, la aparición de la categoría «pro» en el catálogo de la firma china OnePlus supo a gloria. Dio un impresionante salto. Apostó por la innovación. La adopción de un modelo más puntero y avanzado acarreó, sin embargo, un incremento en su precio, pero sirvió para que pudiera competir con argumentos más sólidos en un mercado tan sobresaturado como el de la telefonía móvil en estos instantes.

Su sucesor, el OnePlus 7T Pro , es una puesta a punto sin demasiados fuegos de artificio. Un lavado de cara que mantiene el nivel a pesar de que es una apuesta muy continuista. No se produce aquí ninguna revolución y lo que llama la atención, además, es que este es el cuarto «smartphone» en lo que llevamos de año. Una estrategia inusual en la industria que, además, ha venido precedido de otro lanzamiento reciente, un modelo más «básico» hace tan solo dos semanas.

El nuevo dispositivo móvil mejora muy poco respecto a su predecesor: presenta una pantalla de 6.68 pulgadas que ofrece buenos resultados. Viene estructurada por un notable panel de tipo OLED compensada, además, por una tasa de refresco de 90 Hz , que le proporciona un flujo de imágenes de gran calidad. Manteniendo las curvas laterales al estilo del modelo anterior, el «smartphone» se luce con una sorprendente resolución de 3.120 x 1.440 píxeles (QHD+) que rasca unos 516 píxeles por pulgada y en donde no se deja rastro de ningún obstáculo; nada de «notch» ni pestañas superiores. Para compensar esta ausencia, la cámara frontal, de 16 megapíxeles, se oculta dentro del armazón. Aparece mediante una bandeja deslizante en la parte superior del terminal y que, además, sirve de antesala al sistema de reconocimiento facial.

Bien construído a pesar de pecar de su conservador estilo y su obsceno peso (206 gramos), apuesta por una triple cámara compuesta por una principal de 48 megapíxeles, teleobjetivo de 8 megapíxeles preparado para lograr un zoom de tres aumentos, aunque puede extenderse de manera digital hasta 20 aumentos que, aunque con ciertas renuncias, ofrece un resultado bastante decente. Le acompaña un gran angular de 16 megapíxeles con un campo de visión de 117 grados. Una más que aceptable combinación de lentes que incorporan varios modos interesantes como un espectacular modo macro pensado para capturar imágenes de detalles a corta distancia, así como un efecto retrato a la altura de las circunstancias.

Mediante sus estabilizadores controlados por algoritmos basados en Inteligencia Artificial y su enfoque híbrido por láser, además, consigue parar las imágenes muy bien. En cuanto al vídeo, el nuevo terminal es capaz de grabar contenidos en 4K y a 60 imágenes por segundo. Sí se ha ganado, sin embargo , un poco más de autonomía con una batería que pasa ahora a tener 4.080 mAh, aguantando perfectamente más de día y medio a pleno rendimiento, y que además se carga a una mayor velocidad que su predecesor. Viene con la última versión del sistema operativo acompañado de su propia capa de personalización, OxygenOS que permite una práctica navegación por gestos y que, además, dispone de un interesante «modo zen» que permite bloquear el móvil durante un tiempo.

Sin dar apenas tirones y funcionando de manera solvente, el dispositivo se ha puesto al día con su microprocesador Snapdragon 855 Plus, el de más alta gama de Qualcomm, que proporciona una gran eficiencia. A lo que hay que contar sus 8 GB de memoria RAM que, en sincronía, se logra un buen desempeño. Y, para colmo, también gana espacio; 256 GB de memoria. El lector de huellas dactilares también está integrado dentro de la propia pantalla, aunque se puede optar por otra medida de seguridad adicional, el reconocimiento facial, pero siempre quedará el código pin o la contraseña. Otro detalle a tener en cuenta es que alberga dos potentes altavoces estéreo compatibles con el sistema de audio Dolby Atmos.

El dispositivo tendrá un precio de 599 euros en la versión de 8 GB de RAM y 128 de memoria. En el caso de la superior, que llega a los 256 GB de almacenamiento, este sube hasta los 759 euros . Además, contará con una edición McLaren, que vendrá con 12 GB de RAM.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación