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FacebookLa realidad virtual frente a la realidad aumentada: ¿cuál es de verdad el futuro a seguir?

El anuncio de Facebook de virar hacia las superposciones de objetos virtuales como una de sus grandes apuestas demuestra el interés por esta incipiente tecnología de la que firmas como Microsoft o Apple han mostrado su interés

MADRID Actualizado: Guardar
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Después del boom inicial y del gran interés alrededor, la tecnología de realidad virtual vive en estos momentos un momento de incertidumbre. Son muchas sus potencialidades, sobre todo en el campo del ocio electrónico en donde la industria de los videojuegos explora este formato como uno de las líneas a seguir en el futuro con visores como PlayStation VR o HTC Vive.

A día de hoy, sin embargo, su adopción es mínima en parte por la limitada disponibilidad de aplicaciones y experiencias y, por qué no decirlo, por los elevados precios de salida de los principales productos (sin contar con la realidad móvil que ha tenido una acogida mayor). Cuestionada y reducida la expectación, la realidad aumentada cobra mayor relevancia y más en un momento en el que Facebook, que en 2014 adquirió la firma Oculus para potenciar la realidad virtual, ha decidido virar hacia otro entorno. Ninguna ha sido totalmente revolucionaria en su generación.

Con sus recientes anuncios en materia de servicios y herramienta para su red social gigante de internet se une a los esfuerzos por la realidad aumentada. Esta tecnología, tal vez no tan sorprendente de primeras como la virtual, ofrece una gran potencialidad en áreas como el diseño, la arquitectura, la educación, la sanidad pero también a nivel lúdico, en donde la aplicación de mensajería efímera Snapchat ha demostrado su fortaleza. Y es ahí donde ha disparado Facebook ahora después de emular en sus plataformas su filosofía de mensajes con fecha de caducidad.

La realidad aumentada consiste en la superposición de objetos virtuales sobre la imagen real, ofreciendo detalles adicionales, descripciones, información o sacando punta, por ejemplo, a máscaras, filtros y capas al estilo del fenómeno móvil Pokémon Go. ¿Es, por tanto, la realidad aumentada el futuro? Otras firmas tecnológicas como Apple ya se han mostrado interesadas en esta tecnología. Tim Cook, consejero delegado de la compañía americana, ha reconocido públicamente en varias ocasiones que esta tecnología tiene mayor sentido que la realidad virtual porque condena al usuario a vivir un entorno totalmente artificial, aislandolo de la vida real. Hay razones para pensar, pues, que el próximo modelo de iPhone, cuya presentación puede llegar en septiembre, incorporará algún sistema para soportar esta tecnología.

La cámara del móvil como entrada

Microsoft, por su parte, no ha dudado un segundo en esta incipiente tecnología con proyectos como HoloLens, un dispositivo inalámbrico y software capaz de traer con gran verosimilitud y con fases interactivas una pieza de un trasatlántico. Epson también ha hecho lo propio con sus Moverio, muy orientadas al mundo profesional. ¿Qué queda para el terreno lúdico? En donde Google, con sus gafas Glass, fracasó, Facebook quiere ahora triunfar. Y tal vez puede hacerlo, por motivos aparentes.

Las plataformas propias disponen de cámaras específica que vienen en los teléfonos móviles. ¿Por qué no utilizarlas para otros fines? A Introducir nuevas funcionalidades en ellas puede lograr endurecer aún más el mayor sueño de Zuckerberg: atrapar a los usuarios para que nunca abandonen sus plataformas. Y va camino de ello, porque entre WhatsApp, Instagram y Facebook se gasta gran parte del tiempo dedicado al uso del teléfono móvil. ¿Lo logrará? ¿Tiene sentido? ¿Se diluirá la euforia inicial?

«Estamos dando los primeros pasos y los cambios no van a ser dramáticos de la noche a la mañana»
Mark Zuckerberg , de Facebook

Lo cierto es que consumir información, revisar actualizaciones, estar al día, compartir imágenes, hablar con cualquier amigo o familiar se hacen ya desde el móvil. Salvo las búsquedas específicas y la consulta de una página web en particular, la mayoría de usuarios incluso quedan bajo los barrotes de una única compañía. Si en algún momento se dispersaron hacia otras propuestas como Snapchat, ahora tienen menos excusas. Y plantea un desafío: la firma quiere convertir a la realidad aumentada en un nuevo canal de distribución y consumo de contenidos y una extensión a las redes sociales convencionales. «Estamos dando los primeros pasos y los cambios no van a ser dramáticos de la noche a la mañana», reconoció sin embargo Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, durante su intervención en las jornadas F8.

La realidad aumentada, en efecto, tiene una gran potencialidad. Según los datos de la consultora IDC, los ingresos por la venta de dispositivos oculares que soportan esta tecnología alcanzarán los 48.700 millones de dólares (45.428 millones de euros) en 2021, unas cifras desorbitantes en comparación con los 200 millones generados el pasado año. Estos datos contrastan con los movidos por la realidad virtual, que pasará de los 2.100 millones de dólares (1.958 millones de euros) que ha distribuido en 2016 a 18.600 millones (17.350 millones de euros). Y todo eso se conseguirá, apuntan las previsiones, con unas ventas de unidades muy dispersas para dentro de cuatro años (27.3 millones de cascos de realidad aumentada por 72 millones de la realidad virtual).

«La realidad virtual no está muerta, pero la aumentada cobra interés», sostiene en conversación con este diario Xavi Conesa, director de servicios al cliente de Visyon, empresa especializada con sede en Barcelona. En su opinión, el pasado año y tras el boom inicial se produjo un «reajuste natural» del mercado. «Se hizo una burbuja en torno a la realidad virtual porque en 2015 se vio que el hardware y el software estaban a la altura para generar contenido de calidad», reconoce.

Sin embargo, y pese a que grandes empresas se metieron en su desarrollo, estos visores no han llegado al usuario final. «La gente no ha comprado tantos dispositivos como se esperaba, pero no quiere decir que esta tecnología esté muerta», asegura Conesa, quien añade que el 75% de proyectos presentados en su compañía están relacionados con esta tecnología. A su juicio, lo que se está viviendo es la búsqueda de un estandar y el tipo de formato que pueda funcionar. «El público tiene que adaptarse a esto nuevos formatos y la industria tiene que crear contenidos y entornos virtuales que no están acorde a los cánones actuales de videojuegos y contenido audiovisual», matiza.

«La realidad virtual ha venido para quedarse, estamos en una fase inicial. Cuando aparece una nueva tecnología hay unos años de pruebas, definición de estándares, adopción necesarios»
Xavi Conesa , de Visyon

«La realidad virtual ha venido para quedarse, estamos en una fase inicial. Cuando aparece una nueva tecnología hay unos años de pruebas, definición de estándares, adopción necesarios. ¿Que todo el mundo tendrá un dispositivo de realidad virtual en su casa en unos años? Seguro, porque la sensación de vivir algo en RV es diferente», vaticina.

Sin embargo, este experto cree que la realidad aumentada tiene mucho espacio por donde crecer y ofrece una ventaja al consumidor final, que permite hacer su vida cotidiana con unas gafas puestas con el valor añadido de disponer de toda la información en tiempo real. «Estamos muy atrasados en comparación con la realidad virtual, pero avanzará muy rápido porque no hablamos de un nuevo formato sino de un acceso a la información», asegura. «Es una tecnología que ya existe, pero que hace falta pulirla», agrega Conesa al tiempo que declara que la realidad virtual, mezclada con servicios en la «nube» y relacionados con Big Data será la «próxima revolución».

Por ahora, ya se ha podido probar en numerosos proyectos e iniciativas. El marketing, por ejemplo, vivirá una nueva edad de oro posiblemente si es capaz de acercar la realidad aumentada al gran público. Y ya existen varios proyectos que le sacan provecho a esta tecnología digital y que permiten, entre otras cosas, recorrer los pasillos de un supermercado, conocer en tiempo real los ingredientes y aspectos nutricionales de los productos gracias a unos carteles virtuales o comunicarse de otra forma con el cliente. Un futuro muy interesante.

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