poster Vídeo
Mira en el video el análisis del producto - VIDEO: CAROLINA MÍNGUEZ
ANÁLISIS

AirPods: cómodos y prácticos aunque con algún «pero»

Los auriculares inalámbricos de Apple se adaptan bien a la oreja, no se caen salvo con algún movimiento demasiado brusco, su calidad de audio es aceptable pero se echa en falta un sonido más avanzado y más opciones táctiles

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Simples, rápidos de conectar, cómodos y sin cables. Así son Los auriculares inalámbricos de Apple que, tras varios retrasos e incertidumbre, llegan a nuestro país. Estos aparatitos suponen un paso adelante en ese soñado futuro de prescindir totalmente de los cables para todo, sobre todo para el consumo de contenidos audiovisuales. Los sistemas inalámbricos de audio presentes en el mercado tienen, sin embargo, son demasiado grandes en muchos casos (los de diadema). En este caso, las pequeñas dimensiones de los AirPods suplen con creces ese problema: son ergonómicos, no se caen, tienen una sujeción asombrosa y son muy fácil de transportar.

Esa transportabilidad se consigue mediante una funda-cargador en donde, mediante un sistema de imanes, se enganchan (y se protegen) perfectamente ambos auriculares.

Es muy pequeña, más de lo que uno se cree y fácil meterla en el bolsillo de una camisa o pantalón. Ese estuche tiene capacidad para varias cargas y el tiempo total de escucha alcanza las 24 horas. Una vez guardados, se apagan y comienzan a cargarse en su interior.

Esta caja, por así decirlo, ejerce de sistema de carga de la batería de los auriculares e incorpora un puerto propietario de la compañía americana, Lightning. La operación es sencilla, al igual que su emparejamiento con el dispositivo matriz con el que escuchar los contenidos. Su ejecución es increíble. Es verdaderamente asombrosa la facilidad con la que, una vez activada la conexión Bluetooth, el dispositivo detecta los auriculares, gracias a su chip integrado, W1, que lo hace veloz en los emparejamientos. Un aspecto a tener en cuenta es que no son solo funcionan con los terminales iPhone 7, sino que los aparatos de la firma como Apple Watch, la gama Mac o los iPads se pueden beneficiar de esta vida sin cables.

Bien diseñados tanto en estética como en comportamiento, el sonido estereofónico que producen es aceptable. La calidad es bastante buena -para ser del tipo que son-, aunque es difícil distinguir cuánto de mejores son en comparación con los auriculares normales, es decir, los que vienen de serie con el iPhone (los EarPods), pero ofrecen un sonido claro, nítido y depurado con matices muy logrados. Claro, no estamos hablando de unos auriculares, por ejemplo, de diadema con cancelación de ruido que aíslan completamente al usuario y que suelen ser por supuesto más caros, pero rinden perfectamente. Eso sí, con la salvedad que en el espectro de audio más bajo y grave le falta un mayor «punch» y una mejor calidad para disfrutar de verdad de contenidos musicales, de forma que los oídos más exigentes sentirán que no son los mejores en este aspecto.

Uno de sus mayores logros es que ofrecen una gran libertad de movimientos. Los auriculares se encajan perfectamente a las orejas. Al no tener un cable que tire o se enrede uno puede dar saltos por ejemplo y no caerse, aunque puede darse el caso, y más si uno está realizando ejercicio físico. De hecho, si se realizan giros bruscos puede escaparse alguno fortuitamente. Eso entraña un riesgo, porque aunque se adaptan perfectamente la sensación mientras uno se ejercita o entrena es diferente.

Gran logro ha sido el incorporar una serie de funciones táctiles con lo cual uno puede contestar, por ejemplo, a una llamada entrante gracias a los micrófonos incorporados en cada uno de los auriculares. Por medio de dos leves toques con el dedo, se puede pedir «sube el volúmen», «cómo se va al parque del Retiro» o «sáltate esta canción», pero todas estas operaciones -incluídas las de reproductor musical- las realiza a través del asistente virtual Siri, lo que por un lado está bien pero, por otro, hay acciones que se realizan de manera lenta y espaciada en el tiempo. Se puede configurar, sin embargo, para que ese doble toque del dedo sirva para pausar o reproducción una canción.

La duración de la batería no supera, sin embargo, las cinco horas cuando se utiliza de manera prolongada, aunque es más que suficiente para disfrutar de la música ya que podríamos poner en duda que una persona esté tanto tiempo escuchando audio. Eso sí, gana autonomía al utilizar el estuche para recargarla en tiempos de espera. Otra de sus aportaciones es que incorporan una serie de sensores que permiten distinguir el momento en el que uno se quita uno de los auriculares. En ese momento la música o el archivo que se esté en esos momentos reproduciendo se pausa y, cuando se vuelve a poner en la oreja, vuelve a sonar. Esta es otra función opcional, ya que se puede desactivar en cualquier momento en las opciones del dispositivo. Lo único a tener en cuenta: solo funciona con Apple Music como reproductor de audio por defecto. El precio vuelve a ser un obstáculo: 179 euros.

Ver los comentarios