SOCIEDAD

Virginia Sanz, gaditana que trabaja en Australia: «Gano el triple que en España y la vida cuesta lo mismo»

Con apenas treinta años, esta joven trabaja limpiando minas, un empleo exigente y físicamente duro, pero que le permite «ganar tres veces más de lo que percibía en mi país»

Así es la montaña más alta de Cádiz: cuánto mide y cómo se puede subir al cielo de la provincia

La gaditana Virginia Sanz. L.V.

LA VOZ DE CÁDIZ

Cádiz

A 17.000 kilómetros de su Cádiz natal, Virginia Sanz ha encontrado algo que en España parecía inalcanzable: estabilidad económica. Con apenas treinta años, esta gaditana trabaja limpiando minas en Australia, un empleo exigente y físicamente duro, pero que le permite ganar tres veces más de lo que percibía en su país. Y lo más sorprendente, asegura, es que «la vida cuesta prácticamente lo mismo».

La historia de Virginia es la de muchos jóvenes españoles que, tras años de precariedad laboral, miran al extranjero como única vía para construir un futuro digno. En su caso, el salto fue más radical que el de la mayoría: dejó el sur de España para adentrarse en las áridas tierras mineras del norte de Australia, donde el calor, el polvo y las largas jornadas de trabajo son el pan de cada día. «Trabajo muchas horas, jornadas de doce, y es un trabajo físico, nada glamuroso. Pero aquí, al final del día, sientes que tu esfuerzo vale», explica.

Y los números lo demuestran. En Australia cobra unos 37 dólares la hora —unos 20 euros al cambio—, una cifra muy superior a la que podía aspirar en España. Con ese salario, su vida ha cambiado por completo. «Aquí puedo permitirme cosas que en España eran un lujo. Los precios no son tan distintos: un par de patines me costó 50 dólares, unos 30 euros, y unos pendientes de plata, 85 dólares, que vienen a ser unos 50 euros. No hay tanta diferencia. La comida, la ropa, el ocio… todo cuesta parecido. Pero ganas tres veces más», explica en una entrevista con El Español.

El contraste con la realidad española es evidente. En España, la subida de precios y los sueldos bajos hacen que muchos jóvenes no puedan independizarse o tengan que encadenar trabajos temporales para llegar a fin de mes. «Aquí trabajo duro, sí, pero sé que me compensa. En España trabajaba igual o más, y apenas podía ahorrar», reflexiona Virginia.

Fuga de talento

La gaditana reconoce, sin embargo, que no todo es idílico. La vida en Australia también tiene su precio emocional. «A veces echo de menos a mi familia, a mis amigos, las pequeñas cosas. Es un país enorme y, dependiendo de dónde trabajes, puedes pasar semanas enteras sin ver mucha gente. Pero, económicamente, no hay comparación.»

Su historia ilustra una tendencia creciente: la fuga de talento y mano de obra joven hacia países con mejores salarios. Australia, con su economía sólida y su demanda constante de trabajadores, se ha convertido en uno de los destinos favoritos para los españoles que buscan dar un giro a su vida. En sectores como la minería, la construcción o la hostelería, los sueldos pueden triplicar los españoles, incluso en puestos sin formación universitaria.

Virginia no se considera una heroína ni una aventurera, sino alguien que tomó una decisión práctica. «No vine buscando aventuras, vine buscando un sueldo justo. Aquí lo encontré.» Y mientras en España se sigue debatiendo sobre el coste de la vida y los salarios dignos, ella sigue su jornada entre polvo, maquinaria y un horizonte abierto que, por ahora, le sonríe más que su tierra natal.

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