Valentín Fuster en los Cursos de Santander
Valentín Fuster en los Cursos de Santander - Serrano Arce

Valentín Fuster: «Los problemas cardiovasculares empiezan a los diez años de edad»

El cardiólogo advierte de la relación que existe entre una presión arterial alta y las probabilidades de desarrollar demencia senil en un futuro

SANTANDER Actualizado: Guardar
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En un contexto en el que la medicina «ha avanzado muchísimo», la cantidad de trastornos relacionados con el corazón y los vasos sanguíneos no ha disminuido. Al contrario, «se vive más años, pero hay más enfermedades cardiovasculares», explicó en Santander Valentín Fuster, director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).

Fuster, que visitó la Universidad Internacional Menéndez Pelayo con motivo de los cursos de verano, señaló que las enfermedades cardiovasculares aparecen a los diez años, por lo es necesario identificar cuanto antes a los individuos que tienen riesgo de padecerlas. «Los niños escuchan, y lo que le dices a estas edades se les queda. Tratamos con una enfermedad que está relacionada con la conducta, con lo cual podemos modificar estas enfermedades empezando a edades muy tempranas», incidió.

Uno de los recientes descubrimientos del equipo de Fuster es, precisamente, que parte de la degeneración senil se debe a «pequeñas arterias que obstruyen el cerebro y alteran el poder cognitivo». Por ello, detectar y tratar a un paciente con probabilidades de desarrollar problemas de circulación reduce, según el cardiólogo, el riesgo de padecer demencia senil: «Corazón y cerebro son inseparables en cuanto a enfermedad».

Fumar y no hacer ejercicio, factores de riesgo

Así, Fuster aprovechó la ocasión para señalar los factores de riesgo que tienen influencia en el corazón y, por tanto, «los mismos que pueden afectar al cerebro»: la obesidad, la presión arterial alta, el colesterol, la diabetes y dos preguntas: «¿Fumas? ¿Haces ejercicio?».

En la lucha contra las enfermedades cardiovasculares, el director del CNIC admite que los tratamientos son «carísimos», y que los expertos están «pagando un precio alto para prolongar la vida con medicación». Además, ha hecho hincapié en la importancia de educar y mantener a los niños sanos –cuerpo y cerebro¬– facilitaría el tratamiento de estas afecciones en caso de que se desarrollasen en edad más avanzada: «Todos tenemos una obligación, lo que tenemos que hacer es prevenir la enfermedad y promocionar la salud».

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