Tráfico
El riesgo de morir en las carreteras españolas se ha reducido un 86% en veinte años
Según el Gobierno, el índice de peligrosidad de la red viaria estatal ha disminuido un 56% desde 1998
Las probabilidades de morir en accidente de tráfico en las carreteras españolas se ha reducido en más de un 80% en los últimos veinte años . Y no solo por cómo ha mejorado la red viaria, sino también por cómo ha evolucionado la seguridad en los vehículos y el comportamiento de los conductores.
El índice de peligrosidad de la Red de Carreteras del Estado se ha recortado en un 56% desde 1998, según acaba de indicar el Gobierno en una respuesta parlamentaria escrita. Eso significa –afirma el Ejecutivo- que ha descendido un 56% el riesgo de sufrir un accidente con víctimas en las carreteras estatales.
En la misma respuesta parlamentaria asegura que, en veinte años -y muy especialmente desde 2004-, el riesgo de fallecer en un accidente de circulación se ha reducido en un 86% la Red de Carreteras del Estado.
En 1998, las carreteras españolas en su conjunto –tanto las estatales como las autonómicas y locales- sumaron más de 4.300 accidentes mortales, en los que perdieron la vida 5.957 personas. El año pasado, sin embargo, se saldó con 1.067 accidentes mortales en vías interurbanas, en los que fallecieron 1.200 personas.
En esta misma respuesta parlamentaria, el Gobierno considera que el estado de las carreteras es un factor relevante en la seguridad vial, pero no el más importante . Asegura que, a tenor de lo que indican los partes de los agentes de tráfico, «el estado o condición de la infraestructura apenas figura como factor principal concurrente en alrededor del 1% de los accidentes con víctimas» que se producen en las carreteras españolas.
«Carreteras que perdonan»
Aun con todo, el Gobierno reconoce que es importante invertir en la mejora de la red viaria, porque «actuando sobre la infraestructura se pueden evitar y reducir las consecuencias de los accidentes en un mayor porcentaje». El objetivo, según el Ejecutivo, es lograr que cada vez haya más kilómetros de «carreteras benignas» o «carreteras que perdonan» . Es decir, vías en las que los «errores de los conductores no conlleven la ocurrencia de accidentes o, al menos, que las consecuencias de los mismos no sean muy lesivas».
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