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República Checa prohíbe fumar en bares y restaurantes

Es uno de los últimos bastiones europeos del tabaquismo, donde un 22% de la población mayor de 15 años es fumadora

Praga Actualizado: Guardar
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La República Checa prohíbe a partir de este miércoles, coincidiendo con el Día Mundial sin Tabaco, fumar en cualquier establecimiento gastronómico, con lo que cae uno de los últimos bastiones europeos del tabaquismo.

En el país centroeuropeo fuma casi un 22% de los ciudadanos mayores de 15 años de edad, uno de los porcentajes más elevados en la Unión Europea (UE), según datos recientes del Eurobarómetro. Todo ello, gracias a unas normas muy permisivas con el tabaco, que es la causa de cerca de 20% de las muertes en este país.

Para poder recibir clientes fumadores, restaurantes y bares sólo tenían que habilitar zonas especiales, lo que sin embargo apenas era controlado. Ante esta situación, el Gobierno checo decidió prohibir por completo fumar en todos los establecimientos gastronómicos o de ocio, incluyendo cigarrillos electrónicos y pipas de agua.

Temiendo posible efectos negativos, el sector gastronómico considera que hubiese sido mejor aplicar con rigor las normas establecidas en el año 2009.

Vaclav Starek, presidente de la Asociación checa de Hoteles y Restaurantes (AHRCR), asegura que la «muy restrictiva» nueva ley «acabará con muchos empresarios del sector». En declaraciones a Efe, el empresario vaticina que esto sucederá sobre todo en bares y restaurantes de las zonas rurales, donde el porcentaje de fumadores es especialmente alto.

En caso de no cumplir con la nueva prohibición los fumadores podrán ser multados con 200 euros y los establecimientos con hasta 39.000 euros e incluso con cierres temporales de los locales.

El escepticismo en el sector es grande, tal y como sucedió en el pasado en otros países europeos como Francia, Italia o España, donde se estableció hace años con éxito esta misma prohibición.

«En un restaurante privado, debería ser el propietario quien dicte las normas, mientras que en un organismo estatal le corresponde al Estado», dice el propietario de un bar en el centro de Praga, uno de los principales destinos turísticos de Europa.

Y mientras que los empresarios critican la medida, algunas encuestas hechas con motivo de la entrada en vigor de la ley señalan que una mayoría de los checos está a favor de eliminar el humo.

Una encuesta en la web del gobernante Partido Socialdemócrata, principal impulsor de la prohibición, muestra que el 57% de los participantes está a favor de prohibir fumar en restaurantes. En la encuesta del diario digital «Denik.cz», incluso el 73 % vota a favor de mandar a los fumadores al exterior de los bares y restaurantes.

Los sectores más conservadores rechazan la prohibición alegando su libertad a elegir, como el ministro de Derechos Humanos, Michael Kocab, quien acudió en víspera de la ley al Ministerio de Salud en Praga para encenderse simbólicamente su último pitillo.

Allí, el ministro de Sanidad, el socialdemócrata Miroslav Ludvik, asegura que la prohibición no tendrá efecto negativo sobre el sector gastronómico, como alegan los empresarios. «Es una minoría que grita y que hace oír su voz muy alto, pero yo confío en el sentido común de la mayoría que calla», dijo el ministro checo recientemente.

En la prensa checa ya se habla sobre como evitar la nueva legislación, mediante la conversión de bares y restaurantes en «clubes privados», que no están sujetos a la nueva ley.

Mientras tanto, en la vecina Austria todavía se sigue fumando en bares y restaurantes que tengan ciertos tamaños y salas especiales. No será hasta mayo de 2018 cuando también en la república alpina se prohíba definitivamente el tabaco en los todos establecimientos gastronómicos y locales nocturnos

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