El cadáver de un reno muerto hace 75 años, y descongelado por las altas temperaturas, podría estar detrás del brote de ántrax
El cadáver de un reno muerto hace 75 años, y descongelado por las altas temperaturas, podría estar detrás del brote de ántrax - ABC

Un reno muerto hace 75 años, posible origen del brote de ántrax en Siberia

Greenpeace achaca al cambio climático, que ha descongelado el cadáver del animal, la reaparición de esta enfermedad infecciosa

Madrid Actualizado: Guardar
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El responsable de Greenpeace Rusia, Vladimir Chuprov, afirmó este jueves que el brote de ántrax detectado en Siberia, que podría deberse al cadáver infectado de un reno muerto hace 75 años y que ha quedado ahora al descubierto por las altas temperaturas, está vinculado al cambio climático. «El aumento de los brotes de enfermedades infecciosas es uno de los efectos terribles del cambio climático. La congelación perpetua (permafrost) tenía enterrados los cadáveres de animales que habían muerto por brotes sucedidos decenas de años atrás. Pero, a causa del calentamiento global, la congelación perpetua se ha derretidoy los cadáveres han emergido, por lo que la infección se está extendiendo otra vez», explicó Chuprov en un comunicado.

Greenpeace indicó que los «nénets» han pastoreado en la península de Yamal, donde se ha dado el suceso, desde hace 1.000 años «y ahora se han convertido en una comunidad indígena víctima directa del cambio climático».

El Gobierno de la región de Yamalo-Nenets ha reconocido que el incidente ha tenido lugar debido al calor extremo, puesto que la temperatura media durante casi todo julio ha estado por encima de los 35ºC.

Greenpeace indicó que 2015 ha sido declarado oficialmente el año más caluroso en los últimos 136 años, por lo que urgió a tomar medidas contra el cambio climático «antes de que los daños sean irreparables».

Las regiones árticas y subárticas con tierras congeladas (permafrost) suponen alrededor del 25% de la Tierra. En conjunto estas extensas áreas alberga no sólo una enorme cantidad de agua (entre los mantos de hielo y los glaciares almacenan alrededor del 70% del agua dulce del planeta), sino también grandes cantidades de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono y el metano.

En España, la responsable de la campaña de Ártico de Greenpeace, Pilar Marcos, comentó que «una gran representación de nuestros políticos no acaban de entender la urgencia que debe suponer la lucha contra el cambio climático». «Los pactos reales de Gobierno deberían considerar como prioritario garantizar que reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero a cero y que las temperaturas no aumentarán nunca más de 1,5ºC. Ése fue el acuerdo que celebramos en París el pasado diciembre y la solución para frenar efectos como la reaparición del ántrax», concluyó

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