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Las relaciones sexuales ya no son prioritarias para los jóvenes

Pasan tanto tiempo conectados que han dejado de interactuar en persona. Los veinteañeros optan por conductas de menor riesgo que la generación anterior

MADRID Actualizado: Guardar
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Se les llamó «ni-nis», despreocupados, irresponsables, faltos de compromiso y de objetivos. Pero la realidad parece estar demostrando todo lo contrario. Los conocidos como «millenials» o generación «Y», es decir las personas nacidas entre 1982 y 1999, no solo están más informados y concienciados respecto a las consecuencias de sus actos que la generación anterior. Además, salen menos tiempo de fiesta y, lo que es más sorprendente, tienen menos relaciones sexuales que sus predecesores, la llamada generación «X» (aquellos nacidos entre 1965 y 1981).

Así lo señala un estudio de la Universidad de San Diego que ha recabado información de ambas generaciones (más de 26.707 voluntarios) y que concluye que el 15% de los jóvenes de entre los 20 y los 24 años no tiene pareja sexual desde los 18 años, mientras que en la generación «X» el porcentaje era del 6% cuando tenían la misma edad.

La líder de la investigación, Jean M. Twenge observa varias explicaciones en esta conducta. En primer lugar, que pese al actual «bombardeo» de aplicaciones y páginas webs de citas, la tecnología parecería estar teniendo el efecto contrario « porque la gente pasa mucho más tiempo "online" que interactuando cara a cara». Y este hábito parece demostrar un problema de fondo. «Los jóvenes tienen más estímulos sin moverse de su casa. Antes, tenían mayor necesidad de explorar su sexualidad porque era síntoma de su madurez. Hoy es al revés, hay una huida de la madurez y la sexualidad puede ser un mecanismo que quieren evitar. Juegan al "Pokémon" porque así no se exponen y no sufren», explica Alfredo García Garate, del gabinete de psicólogos Blázquez y Garate. El experto también apunta a una falta de autoestima en los jóvenes que puede llevar a evitar enfrentarse a una relación. Otra de las explicaciones a esta menor actividad sexual se debe a un acceso más libre a contenidos pornográficos y una actitud más liberal a la hora de asumir una relación sexual. «Hay un poco de saturación. ¿Por qué el sexo antes llamaba la atención? Porque estaba prohibido, no había exhibición. En España, en los años 60 la gente se iba a ver cine erótico a Perpiñán, lo que pasa es que ahora se ha quitado el velo y ya no llama tanto la atención», explica el psicólogo José Elías Fernández.

Generación asexuada

Los protagonistas también coinciden en lo que dicen las estadísticas. Alexandra tiene 27 años y asegura que es evidente el exceso de estímulos que la rodea y que explica, en cierta forma, esa actitud más asexuada de su generación. «Se han diversificado nuestros intereses. Ahora, tener una pareja estable con la que probablemente podrías tener más sexo, ya no es algo importante. Al final, los encuentros se reducen». «Con mi edad antes ya estabas casado, ahora no puedes irte a vivir con tu pareja hasta los 30 y eso seguramente influye. Aunque aún así, no me casaría ni loca ahora mismo», reconoce Ángela, de 23 años.

Y en esa falta de oportunidades para quedar con alguien influye también la crisis económica. ¿Por qué? Muy sencillo: los jóvenes se van de casa cada vez más tarde porque sus trabajos no les permiten independizarse y, lógicamente, llevar el novio o novia a casa no siempre es una buena opción. «Mi chica tiene casa, yo no. Es decir, que puedo quedar siempre que ella pueda. No tengo coche y es otro sitio que perdemos... El espacio lo veo importante», explica Álvaro, también de 27 años.

El estudio, publicado en «Archives of Sexual Behaviour», señala también que la gente joven está más concienciada respecto a su seguridad, pero si hay algo en lo que coinciden expertos y «millenials» es en la importancia que ha ganado el trabajo sobre todas las cosas. «Vengo de un entorno universitario, todos mis amigos han estado cinco o cuatro años estudiando y luego el mercado laboral se ha convertido en una gran preocupación para todos», explica Álvaro. Los expertos apuntan en este sentido que los « millenials» son más individualistas. «No quieren compartir, no buscan relacionarse», asegura Fernández.

Al margen del número de parejas o de encuentros cabe preguntarse qué se entiende por una relación sexual «normal» o cuántos encuentros son necesarios para ser feliz. Un estudio publicado en «Society for Personality and Social Psychology» ya anunciaba que no es necesario tener sexo todos los días para estar pleno. «Cada pareja establece su frecuencia. Lo más importante es la intimidad, disfrutar el uno del otro... no el encuentro sexual per se», concluye el sexólogo Bernardo Stamateas.

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