¿Quiere dejar sus bienes a la ciencia? Así se hace
Todo lo que debe saber para convertir en heredero a un centro de investigación y poner su granito de arena para apoyar la ciencia
Sus bienes podrían ayudar a investigar avances contra el cáncer y otras enfermedades más crueles. El legado solidario es más que una moda. Cada vez más españoles optan por incluir en su testamento a un centro de investigación. La herencia se convierte en una ayuda directa y libre de impuestos.
¿Qué es un legado solidario?
La posibilidad de hacer una donación en vida a una causa. Se puede legar a una o varias entidades sin ánimo de lucro, como son los centros de investigación.
¿Cómo se hace?
El mecanismo es el testamento. Es el momento en el que se puede dejar una parte o la totalidad de los bienes por pequeño que sea su valor y, si se desea, sin perjudicar a herederos legítimos. Pero antes se debe elegir la causa a la que se quieren legar los recursos y propiedades. En el caso de elegir un proyecto científico, lo mejor es contactar directamente con los centros para aclarar dudas y conocer de primera mano a qué proyectos se destinará su testamento.
El legado se convierte en ayudas directas
ONG y centros de investigación se consideran entidades sin ánimo de lucro.Por tanto, están reconocidas de utilidad pública y no están sujetas al impuesto de sucesión. Eso implica que la totalidad de los bienes recibidos por herencia o legado solidario se transformarán en ayuda directas.
¿Se puede cambiar de opinión?
Sí, claro. No existen límites legales respecto al número de cambios sobre el testamento y a lo largo de la vida se puede cambiar tantas veces como se desee.
¿Cómo se divide una herencia?
En general, el Código Civil establece la división de la herencia en tres partes. El tercio de legítima: se reparte entre los hijos a partes iguales. Si alguno de ellos ha fallecido, heredan sus descendientes. El tercio de mejora: el testador tiene cierta disponibilidad sobre esta parte a la hora de adjudicarla.Puede beneficiar a unos hijos frente a otros. El tercio de libre disposición: el testador puede dejárselo a quien quiera, sea familiar o no, y pudiendo ser un tercero o una persona jurídica. Sobre esta última parte puede decidir con absoluta libertad y donárselo a la causa que desee.
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