¿Quién está detrás de las voces del Metro?

La misma voz que avisa en Madrid de la próxima estación pronunció «Voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar» en boca de Al Pacino, en «El Padrino»

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  1. La voz del Metro de Madrid que demandó a Manu Chao

    Javier Dotú posa para ABC frente a la boca de Metro de Cuzco, en Madrid
    Javier Dotú posa para ABC frente a la boca de Metro de Cuzco, en Madrid - RAFA ALBARRÁN

    Las palabras de Javier Dotú (Zaragoza, 1943) resuenan en cada vagón, andén y vestíbulo del Metro de Madrid. Su voz, casi omnipresente, acompaña a los madrileños que cogen el suburbano cada día. Aunque su tono sea familiar para millones de personas, pocos saben que quién articula frases tantas veces escuchadas como «Próxima estación... Correspondencia con línea...» es el mismo actor, experto en doblaje, que también pronunció «Voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar» en boca de Al Pacino, en «El Padrino». O que interpretó a Epi y Blas, en « Barrio Sésamo». Y que, tras cinco años de litigio, ganó –junto a la locutora de RNE María Jesús Álvarez– una demanda contra el cantante Manu Chao por utilizar «sin su consentimiento» la grabación del Metro de Madrid «Próxima estación... Esperanza», para su exitoso álbum homónimo, informa Marta R. Domingo.

    Javier Dotú, con Blas
    Javier Dotú, con Blas - ABC

    Dotú tenía doce años cuando interpretó su primer papel como actor en «El ojo de cristal», en 1955, cuando Joselito, Pablo Calvo («Marcelino Pan y Vino») y Pepito Moratalla («Dartacán») triunfaban en el cine con papeles infantiles. Hoy, seis décadas después, se cuentan a centenares –son más de 400– las películas, obras de teatro, cuñas publicitarias en radio y televisión en las que ha participado como intérprete o doblador. Este zaragozano, aún en activo, ha logrado modular el tono, la cadencia y el color de la voz, de forma que artistas tan diferentes como Clint Eastwood, Tom Hanks, Mel Gibson, Kevin Spacey, Fred Astaire, Marlon Brando, Pierce Brosnan, Alan Alda, Warren Beatty, Jean Paul Belmondo, David Carradine, Ryan O'Neal o Peter Sellers, entre otras muchas estrellas, tuvieran su propia personalidad sin perder ningún matiz tras el doblaje.

    La mujer del que fue el director de Doblaje España le descubrió durante una obra de teatro en la que trabajaban juntos en Barcelona. «Me dijo que no tenían suficiente gente joven para la película de «Los 400 golpes» (1959), de François Truffaut. Hice una prueba y parece ser que la cosa salió regular tirando a bien», relata Dotú, en una conversación telefónica con ABC, quitándose importancia. «Y, a partir de ahí, cada vez que salía un príncipe o un paje, me llamaban y me fui haciendo, poco a poco, un profesional», continúa el zaragozano, que tras cursar estudios de Arte Dramático en Barcelona, encontró tiempo, entre rodaje y rodaje, para sacarse la carrera de Ciencias Económicas y Periodismo de la Iglesia porque, según sus palabras, «el saber no ocupa lugar».

    Demanda ganada tras cinco años

    En el año 71, su carrera tomó definitivamente el sendero del doblaje cuando el archiconocido cineasta Fracis Ford Coppola le eligió para doblar al mítico personaje de «El Padrino». Y tras él, le siguió una una pléyade de actores a los que aún da voz. Gracias a ello, Metro de Madrid le escogió para que, junto a María Jesús Álvarez, informara a sus viajeros de que «tengan cuidado entre coche y andén». Ellos fueron los que llevaron a los tribunales al cantante Manu Chao por vulnerar su derecho a la propiedad intelectual. «Cuando te roban la herramienta de trabajo sin tu consentimiento y de una forma totalmente furtiva, tienes que defender tus derechos», expresa con contundencia Dotú, que considera que el largo trámite judicial «mereció la pena». El artista, arrepentido, abonó la indemnización correspondiente y pidió disculpas a los locutores, que blindaron su obra para futuras ocasiones.

    Pese la popularidad de los personajes que ha interpretado, su voz sigue siendo anónima. «Más que reconocerme, me suelen decir 'oiga, usted, tiene una voz muy bonita, ¿no trabajará en la televisión? Me suena su voz'», cuenta, entre risas. Pero, después de tantos años en lo que considera su pasión, la fama es lo que menos le interesa: «Cuando estás enamorado de tu trabajo, eres honesto y tienes la humildad de reconocer que el actor principal es el que está en pantalla y tú estás a su servicio, las cosas siempre van a ir bien». Su carrera refrenda sus palabras.

  2. El mítico «Mind the gap» de Londres

    Una entrada de Metro junto al Big Ben
    Una entrada de Metro junto al Big Ben - AFP

    En Londres se venden camisetas y tazas de recuerdo con la frase: «Mind the gap». La frase que se repite constantemente por la megafonía de muchas estaciones del metro de Londes, llamado el «tube» por los millones de viajeros que lo utilizan cada día. La frase entera es: «Tengan cuidado con el escalón entre el tren y la plataforma», y advierte del riesgo –tampoco muy grave desde luego- del desnivel. El famoso «mind the gap» lo pronuncia una voz de varón, neutra y de respeto. Y aunque sigue hablando en las estaciones, su dueño acaba de fallecer. Se llamaba Phil Sayer y se murió la semana pasada a los 62 años, víctima de una enfermedad fulminante, informa el corresponsal en Londres, Luis Ventoso.

    Sayer, animado por su emprendedora y guapa mujer, Elinor Hamilton, decidió convertir su voz en una empresa y le salió bien. En el inicio de su carrera trabajó como presentador en programas de radio regionales de la BBC, en Nort West News y en Manchester. Pero se dieron cuenta de que había negocio con la megafonía del metro y las estaciones de ferrocarril y crearon la empresa SayerHamilton, con su pequeño estudio de grabación dedicado a ello. Su familia lo ha despedido como «la voz de la razón, el metro y los trenes» y lo recuerdan como «un amado marido, padre, abuelo, hermano y amigo».

    Como broma, el locutor, un inglés típico pálido y de gafas, solía decir que «nadie en Inglaterra ha pedido disculpas tantas veces como yo», pues eso hacía en muchas de sus grabaciones.

    Sayer no es la primera voz del metro de Londres. Uno de sus predecesores fue el actor Oswald Laurence. Cuando falleció, su mujer seguía acudiendo a la estación de Embankement con la esperanza de volver a escuchar su voz. La compañía de transporte de Londres se enteró y repuso hace tres años la grabación de Laurence en esa parada.

  3. Dos presentadores en el metro de Berlín

    Un defile de moda en el metro de Berlín en 2011
    Un defile de moda en el metro de Berlín en 2011 - Reuters

    «Por favor, mantengan la distancia con el tren», repite la voz sin rostro del metro de Berlín con cada salida de la estación. Ingo Ruff, la identidad oculta de esa voz, graba sin embargo los avisos en un estudio de la RBB en la ciudad de Dresde. Creció en el barrio berlinés de Biesdorf y se formó como Técnico de Comunicación. En los años 90, Ruff cantó en un grupo alemán de música pop y después realizó trabajos como presentador de televisión y moderador de eventos. Así fue como entró en contacto con la Deutsche Bahn, la empresa de ferrocarriles alemana, para la que realizó tareas de portavoz y presentó un programa de televisión sobre tráfico ferroviario. Hoy su voz es habitual en todas las estaciones.

    En el interior de los vagones, sin embargo, es la voz femenina y aterciopelada de Helga Bayertz, que en los 80 presentaba el informativo de la noche de la televisión local, después de haber presentado «Berlín libre» y «Stereo», y que terminó anunciando la llegada a la próxima estación. «Soy berlinesa, de toda la vida, y siento como un privilegio poder hablar a esta ciudad», reconoce. Sus rostros son desconocidos para los berlineses, pero Helga se regodea en que alguna vez, «cuando llamo por teléfono, la voz al otro lado me dice: un momento, yo a usted la conozco…», informa la corresponsal en Berlín, Rosalía Sánchez

  4. En inglés y portugués, en Oporto

    Maria do Rosário Domingos
    Maria do Rosário Domingos

    Es lisboeta, pero se distingue como la voz que habla en portugués e inglés en el Metro de Oporto. Maria do Rosário Domingos confiere personalidad a las cuñas que anuncian la siguiente estación de las cinco líneas que componen la red metropolitana de la segunda ciudad de Portugal, informa el corresponsal en Lisboa, Francisco Chacón.

    Sus privilegiadas cuerdas vocales, curtidas en una larga experiencia radiofónica, apuntan a sutiles matices sensuales, de acuerdo con la opinión de muchos usuarios.

    «Cuando hablo, resulta bastante habitual que me digan que me conocen de algo, aunque no saben de qué», ha declarado esta atractiva mujer. Quizá porque su voz se escucha desde la inauguración del Metro de Oporto el 7 de diciembre de 2002.

    La ex representante del exitoso cantante portugués Pedro Abrunhosa también presta su voz a las campañas de una de las compañías de teléfonos móviles más extendidas al otro lado de la frontera.

  5. Un anónimo en Roma y una cantante en Milán

    Federica Minia es la voz del Metro de Milán
    Federica Minia es la voz del Metro de Milán - Facebook/Federica Minia

    «Treno in arrivo. Allontanarsi dalla linea gialla». («Tren llegando. Alejarse de la línea amarilla»). Esta es la voz que escuchan diariamente los romanos cuando están en una estación y al andén se acerca el metro. Es una voz fuerte, con tono imperativo y acento romanesco. Es una voz anónima, como la que se oyen en los vagones anunciando las estaciones de llegada y de qué parte está la salida. Son voces grabadas por empleados de ATAC, la empresa municipal de transportes, cuya gestión es detestada por los romanos: su ineficiencia, permanente déficit, falta de transparencia en sus cuentas y malos servicios.

    Diversa es la situación de Milán. En la línea M5, por ejemplo, la voz que anuncia cada día a miles de personas hacia dónde se dirigen es de Federica Minia, 27 años, palermitana, con residencia en Milán. Licenciada en Lenguas y Culturas Modernas, diplomas en Canto Jazz y Musical, Federica Minia se siente orgullosa de su anuncio en el metro de Milán, cuya grabación duró hora y media: «es fantástico pensar que mi voz corre en el subsuelo de Milán, de norte a sur atraviesa barrios diversos y encuentra personas de toda clase». Con experiencia radiofónica, la voz fresca y dinámica de Federica orienta cada día a miles de personas en el metro de Milán, informa el corresponsal en Roma, Ángel Gómez Fuentes.

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