Nobel de Medicina

Un punto de inflexión en la terapia contra el cáncer

El nobel de Medicina premia a los padres del tratamiento estrella del cáncer: la inmunooncología

*Alena Gros/Josep Tabernero

La inmunoterapia del cáncer potencia la capacidad del sistema de defensa del organismo para combatir y eliminar el cáncer. Los primeros esfuerzos para despertar el sistema inmune contra el cáncer datan de finales de siglo XIX. Estos estudios, basados en la inyección de bacterias inactivadas, demostraron respuestas antitumorales anecdóticas y poco reproducibles. La administración de citoquinas como la Interleuquina 2 reafirmaron su potencial terapéutico, demostrando eficacia en hasta un 5-10% de pacientes con melanoma y cáncer de riñón. Sin embargo, durante muchos años, el desconocimiento de los mecanismos que regulan la respuesta inmune limitó el progreso de esta modalidad terapéutica.

Bioquímico de formación, a mediados de los años 90, Jim Allison era un inmunólogo básico motivado por entender el funcionamiento de los linfocitos T, el ejército del sistema inmune. Había contribuido a describir el receptor responsable de la activación de los linfocitos T (TCR, del inglés T-cell receptor) y a estudiar la función de CD28, un interruptor celular capaz de aumentar su actividad, y en su tiempo libre se entregaba a su pasión por la música y su gran talento tocando la armónica. Seguidamente, dedicó su atención a estudiar un segundo interruptor, CTLA-4. Aunque CD28 y CTLA-4 eran muy similares, su grupo describió que CTLA-4 tenía la particularidad de apagar o frenar la respuesta de estos glóbulos blancos, los linfocitos T. Aunque inicialmente su investigación era puramente básica, Allison hipotetizó y luego demostró que la eliminación de este freno del sistema inmune se puede utilizar para atacar el cáncer. De manera totalmente independiente, Tasuku Honjo, un inmunólogo japonés, describió en 1992 la existencia de un freno adicional, PD-1, diferente al descrito por Allison. El bloqueo de PD-1 a través de la administración de anticuerpos demostró eficacia antitumoral prometedora en estudios preclínicos en ratones, e incluso más pronunciada que el bloqueo de CTLA-4 en pacientes con cáncer.

Los descubrimientos de Allison y Honjo y las estrategias que propusieron para restablecer el correcto funcionamiento del sistema inmune en pacientes con cáncer representan un punto de inflexión en la historia del tratamiento del cáncer. Han impulsado el desarrollo de un nuevo tipo de fármacos que han logrado proporcionar beneficios clínicos reales y reproducibles en una fracción de pacientes con melanoma, cáncer de riñón, de vejiga, de pulmón, y de cabeza y cuello, entre otros. Esta terapia es capaz de inducir respuestas muy duraderas e incluso, en ocasiones, de desencadenar la desaparición completa de los tumores, y su combinación con quimioterapia y/o radioterapia está demostrando una eficacia aún mayor. Gracias a la investigación básica y a la contribución de estos y muchos otros investigadores, la inmunoterapia hoy forma parte del arsenal terapéutico para combatir el cáncer.

*Alena Gros, Investigadora Principal del Grupo de Inmunología e Inmunoterapia del Cáncer, Vall d’Hebrón Instituto de Oncología (VHIO), Investigadora del Progama de Inmunoterapia e Inmunología del Cáncer de la Fundación BBVA (CAIMI)

Josep Tabernero, Director del Vall d’Hebrón Instituto de Oncología (VHIO), Jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’Hebrón, Investigador Principal del Progama de Inmunoterapia e Inmunología del Cáncer de la Fundación BBVA (CAIMI)

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