Puerto Rico se prepara para que María irrumpa con fuerza y afecte sobre todo al sur de la isla

El Caribe sufre el huracán María sin haberse recuperado de Irma

Afectados por el huracán Irma en Santo Tomás llegan a un refugio adecuado en el Centro de Convenciones a San Juan (Puerto Rico) EFE
Manuel Erice Oronoz

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María toma el testigo de Irma. El este del Caribe se prepara para afrontar la amenaza de un desastre similar al que supuso el paso del violento huracán que alcanzó la categoría cinco hace algunos días. Los expertos elevaron ayer a categoría tres los primeros coletazos de María, que tocó tierra en Barlovento, donde se agrupan las pequeñas Antillas. Dada la creciente fuerza del ciclón y su incierta evolución, nadie se atreve a descartar el negro balance que dejó a su paso Irma entre el Caribe y Florida: 55 muertos y miles de millones de dólares en daños materiales.

Con algo más de 145 kilómetros por hora , los vientos de María todavía no se acercan a la fuerza y la velocidad que exhibió su antecesor. Pero los meteorólogos apuntan que el nuevo ciclón traerá consigo mucha agua, como ya ocurriera con el Harvey, que anegó hace un mes el sur de Texas, particularmente Houston.

Sin que algunas islas hayan levantado cabeza aún del demoledor azote de Irma, el paso de María amenaza a muchas de ellas. Como la isla de San Martín , dividida en dos territorios, holandés y francés, donde las pérdidas fueron cuantiosas. Según la dimensión del impacto que puede tener el nuevo ciclón, los avisos de las autoridades se han dividido en alertas por huracán y por tormenta tropical. La primera afectaba a las islas de Nevis, Montserrat y Martinica. Las autoridades galas están pendientes también de la evolución de Guadalupe y Dominica, donde se declaró desde ayer la «alerta roja» y la suspensión de las clases en los colegios. La advertencia por tormenta tropical alcanzaba a las Islas Vírgenes, San Bartolomé y Anguilla.

Puerto Rico espera que María irrumpa mañana con fuerza y afecte sobre todo al sur de la isla. Roberto García, director del Centro Meteorológico, auguró un «impacto catastrófico» , mayor incluso que el de Irma, que aunque dejó a gran parte del territorio sin luz durante algunos días, se tradujo en unos sus efectos menos devastadores de lo que se había anunciado. El gobernador, Ricardo Rosselló, ha adecuado hasta 450 refugios, que tendrán una capacidad mínima para albergar 68.000 personas. Más de 100.000 en caso de emergencia. Además se ha ordenado el racionamiento de artículos de primera necesidad como el agua embotellada, el hielo, la leche, comida para bebés, recipientes y alimentos enlatados, entre otros muchos, ante la llegada del huracán. El Gobierno de Puerto Rico ha anunciado que multará a los comercios que eleven el precio de estos productos básicos que ya han empezado a escasear.

En reconstrucción

Haití y la República Dominicana también toman medidas de choque para recibir al nuevo huracán, el jueves. En ninguno de los dos países han terminado los trabajos de recuperación tras la destrucción de Irma.

Mientras María comienza a hacer estragos en algunas islas del Caribe, otro huracán, José, se mantiene activo en el Atlántico , donde sus vientos superan los 140 kilómetros por hora. Aunque se encuentra a 500 kilómetros de la costa estadounidense, su efecto ha llevado a que Carolina del Norte active la alerta por tormenta tropical.

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