Santiago Martín

Prepararse para lo peor

Es muy fácil -y barato- identificar a Osoro con Francisco y a Cañizares con Benedicto

Santiago Martín
Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El resultado de las elecciones en la Conferencia Episcopal -las cuales, en esencia, sólo han producido un cambio significativo, el del cardenal Cañizares sustituyendo al cardenal Osoro en la vicepresidencia- ha sido interpretado por algunos como un rechazo de los obispos españoles a la línea del Papa Francisco. Ver la vida en blanco y negro tiene esos inconvenientes. Pero, como enseña el propio Papa, la vida está llena de matices y ahí es donde hay que aplicar la sabiduría del discernimiento. Es muy fácil -y barato- identificar a Osoro con Francisco y a Cañizares con Benedicto. Lo que pasa es que es muy injusto. No sólo para uno de los interesados, sino para los dos.

Los obispos, sin embargo, no se suelen dejar influir por ese tipo de campañas.

No digo que no haya habido votaciones en el pasado en las que no haya pesado más un cierto rechazo a la línea de Roma -por ejemplo, entre Díaz Merchán y Suquía en su momento-, pero creo que no ha sido el caso ahora. Lo que se ventilaba en esta ocasión era la elección de la persona más indicada para afrontar la dura negociación que se prevé si llega al poder el dúo Sánchez-Iglesias, es decir PSOE- Podemos.

Si esto es así, y parece posible según las encuestas, de momento se va a empezar por derogar los Acuerdos Iglesia-Estado, y a partir de ahí todo lo demás. Un partido que, en expresión de uno de los más moderados de sus miembros, quiere que insultar los sentimientos católicos salga gratis a quien lo hace -como si ahora le hubiera costado algo al drag que se metamorfoseó de la Virgen-, preparará un calvario para las personas que siguen a Cristo y sus instituciones, si gobierna.

El cardenal Cañizares es un hombre bregado en estas lides. Es ejemplar la habilidad con que llevó las negociaciones con el «duro» Zapatero y su alfil, Fernández de la Vega. Ante lo que se nos viene encima, los obispos han optado por dejar a Blázquez como presidente que haga las funciones de hombre bueno, y poner a Cañizares para que se faje e intente repetir el éxito de antaño. Todo lo demás es ciencia ficción, aunque a algunos esas novelas les gusten mucho.

Ver los comentarios