El Papa bendice a un enfermo en el centro médico de los Religiosos Camilios de la periferia de Tiflis
El Papa bendice a un enfermo en el centro médico de los Religiosos Camilios de la periferia de Tiflis - EFE

El Papa visita a enfermos de Georgia que son «la carne de Cristo»

Los Religiosos Camilos suplen la falta de atención a pobres y refugiados

Enviado especial a Tiflis, Georgia Actualizado: Guardar
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El encuentro más emocionante de la visita del Papa a Georgia ha sido la visita a un lugar de dolor pero también de visible amor: el centro médico gratuito de los Religiosos Camilos en las afueras de la capital, que ayuda a decenas de miles de personas pobres y a refugiados de Abjasia y Osetia del Sur, en su abrumadora mayoría ortodoxos.

A su encuentro con los enfermos y discapacitados, el Papa ha recordado que «las personas pobres y débiles son "la carne de Cristo", que interpela a los cristianos de cualquier confesión y que mueve a obrar sin intereses personales».

Poco después, Francisco enviaba esa frase en un tuit a sus treinta millones de seguidores. Para el Santo Padre el cuidado a los enfermos que se quedan fuera del sistema sanitario estatal o privado no es una actividad marginal pues, según ha comentado durante la visita, “las iniciativas de caridad son el fruto maduro de una Iglesia que sirve, que ofrece esperanza y manifiesta la misericordia de Dios”.

A los ancianos y los enfermos les dijo que «vosotros sois los predilectos de Jesús, que quiso identificarse con las personas que sufren, sufriendo él mismo en su pasión». Los gestos de todos mostraban el cariño por ese hombre sonriente, vestido de blanco, que algunos «talibanes ortodoxos» han calificado estos días de «invasor». El encuentro con el Papaincluyó un espectáculo protagonizado por muchachos, que formaron pequeños castillos humanos de dos niveles.

El centro de los Religiosos Camilos responde a una iniciativa de san Juan Pablo II el año anterior a su visita de 1999 a Georgia, en la que, paradójicamente, él mismo llegó muy enfermo pues, además del párkinson, sufría una altísima fiebre contraída el día anterior en Nueva Delhi.

El centro diurno que forma parte del complejo se llama «Lhasa» en recuerdo del primer paciente, fallecido de tuberculosis, cuyo nombre han querido conservar como un tesoro de familia.

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