El oceanólogo Jean-Michel Cousteau media en Rusia para acabar con la «cárcel de ballenas»

El viaje de Cousteau tiene lugar después de que activistas de Greenpeace protagonizaran en Moscú una acción de protesta

El oceanólogo Jean-Michel Cousteau REUTERS

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El oceanólogo francés, Jean-Michel Cousteau , se encuentra desde el jueves en Rusia para acordar con las autoridades un plan que permita de una vez por todas acabar con la «cárcel de ballenas» que amenaza la vida de 87 belugas y 11 orcas allí confinadas desde hace más de medio año.

Tras pasar por Moscú para mantener un encuentro con funcionarios del Ministerio de Recursos Naturales de Rusia, Cousteau llegó hoy a Vladivostok, capital de la región de Primorie (Extremo Oriente ruso), y reunirse con el gobernador local, Oleg Kozhemiako, a fin de tratar de buscar una solución al problema. Mañana sábado el científico galo tiene previsto trasladarse a Najodka, en el mar de Ojotsk, en donde se encuentra la bahía que aloja a los cetáceos enjaulados.

El viaje de Cousteau tiene lugar después de que activistas de la organización ecologista Greenpeace protagonizaran el pasado martes en Moscú una acción de protesta, durante la que fue mostrada una animación en 3D de una orca rompiendo de forma ficticia el enrejado del habitáculo acuático que la mantenía cautiva. Greenpeace denunció el año pasado la venta ilegal a China por parte de pescadores rusos de 15 orcas a China en los últimos cinco años y su intención de haber exportado otras 13.

El presidente ruso, Vládimir Putin, por su parte, ordenó en febrero resolver el problema de estas ballenas y tener una plan trazado para el 1 de marzo. Pero todo va mucho más lento de lo previsto. El ministro de Recurso Naturales ruso, Dmitri Kobilkin, dijo el jueves que los mamíferos apresados en Najodka deben ser liberados el próximo verano.

«Hemos dejado atrás el invierno, un periodo climático complicado, cuando soltar a los animales era imposible porque, simplemente, les condenaríamos a muerte . Pero llega el verano y ese trabajo es algo que se puede y debe hacer», aseguró Kobilkin. En marzo, las cuatro empresas que tomaron parte en la caza de ballenas, el gobernador Kozhemiako y una comisión científica firmaron un acuerdo para la protección de los animales y su adaptación a la vida en libertad.

Sin embargo, como señalan los especialistas, tal liberación no consistirá simplemente en abrir las puertas de la jaulas para que los cetáceos salgan al mar sin más. Primero, muchos de ellos deberán ser rehabilitados de las afecciones que padecen a causa del hacinamiento y del ataque de microorganismos. Algunas de la orcas presentan llagas.

Después, los mamíferos deberán ser trasladados, uno a uno, en recipientes especiales hasta el lugar en donde se les soltará . Ecólogos y veterinarios ayudarán a que puedan adaptarse mejor a las nuevas condiciones. Se calcula que todas estas operaciones tendrían un costo de unos 3 millones de rublos (unos 41.000 euros), según cálculos del

Instituto oceanográfico Vniro de Rusia

La llamada «cárcel de ballenas» , la mayor que existe en el mundo, surgió después de que quienes capturaron a los animales con la intención de venderlos al extranjero, especialmente a China, vieran frustrados sus propósitos por orden de las autoridades locales, que impidieron las transacciones. Un tribunal de la localidad de Sajalinsk dictaminó que las orcas fueron capturadas ilegalmente. Las orcas y belugas se emplean como espectáculo en parques acuáticos y delfinarios y se paga por ellas enormes sumas que en ocasiones alcanzan varios millones de euros.

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