La emergencia climática seduce a los jóvenes y llena las calles de 150 países

Las protestas más multitudinarias se vivieron ayer en Barcelona, Valencia, Milán y Montreal, esta última encabezada por Greta Thunberg

Miles de personas durante la manifestación de Madrid por la crisis climática EFE

María Lozano

La fecha del 27-S se ha convertido en un símbolo de protesta mundial para la lucha por el cambio climático . La cita, la segunda huelga convocada en todo el mundo ha clausurado una semana de movilizaciones alrededor del planeta que comenzó en Nueva York el viernes anterior y encabezó la joven activista sueca Greta Thunberg. Entonces la manifestación se produjo frente a la sede de la Asamblea General de la ONU, donde se iba a debatir sobre las estrategias de cada país para afrontar este problema de enorme envergadura. Este viernes, como ocurriese siete días atrás, miles de personas han puesto al medio ambiente como prioridad y han demandado en las calles de 150 países del mundo acciones reales para luchar contra el calentamiento global.

Si en algo han coincidido los manifestantes es en la urgencia . «El tiempo de tomar medidas es ahora», clamaban en su recorrido por el Paseo del Prado de Madrid. Mientras ellos exigían medidas para «cambiar el sistema» como apostar por el transporte público, reducir las emisiones de dióxido de carbono o abandonar las energías fósiles, los coches se agolpaban en la calle paralela por la paralización del centro de la ciudad.

En España, casi medio millar de organizaciones, sindicatos, asociaciones ecologistas y partidos se adhirieron a la protesta, que comenzó en torno a las seis de la tarde en Madrid y Barcelona. En la capital fuentes policiales confirmaron la asistencia de 20.000 personas, pero la organización presume de que unas 150.000 personas acudieron. En Barcelona la Guardia Urbana también afirmó que se movilizaron 20.000.

«No nos engañan»

La jornada de huelga ya había comenzado por la mañana, cuando grupos de estudiantes de la llamada Juventud por el Clima se habían concentrado ya en puntos céntricos de las mismas ciudades. Al grito de «Tranquilo planeta, aquí está Greta» y «no nos engañan, el capitalismo mata el planeta», se reunieron dos millones de jóvenes en nuestro país, según estimó el Sindicato de Estudiantes.

Muchos de los asistentes a la manifestación apostaban por cambiar el modo en el que vivimos para mejorar la situación climática. Una de esas personas es Sara García. Protestó indignada por que considera que «la Cumbre del Clima de la ONU ha sido una ridiculez con todo lo que se tenía que hacer». «Pido a las empresas y al Gobierno un cambio. Se necesita una economía sostenible y tener más en cuenta el medio ambiente, el consumidor, a la fabricación... todo», declaró.

Fridays For Future ha sido el motor de las movilizaciones junto con Alianza por el Clima, Alianza por la Emergencia Climática y 2020 Rebelión por el Clima. Con ellas esperan «crear conciencia en la sociedad» y «visibilizar su causa al máximo para que los políticos nos hagan caso y sean más ambiciosos en su lucha contra el calentamiento global», explica Amara Santiesteban, portavoz de la organización. Advierten de que «si no empezamos a actuar ya, las catástrofes que se están dando y van a ser cada día peores » y piden que se escuche a la comunidad científica. Santiesteban ha criticado que el Gobierno «plantea solo una reducción del 20% de las emisiones para 2030. Necesitamos que sea un 50% acorde con el IPCC».

Entre los manifestantes no había solo estudiantes. Una de las familias que se encontraba en la concentración explicó que para reducir su huella ambiental han optado por subir las escaleras y no utilizar el ascensor. El pequeño, de cinco años, está más que concienciado. «Reciclo porque si no, el planeta está muy sucio y muy contaminado», relató. Los bomberos forestales de Madrid también acudieron para «apoyar la lucha contra el cambio climático». «Pedimos un modelo basado en la prevención. Se gasta muchísimo dinero en la extinción y así no es posible ser efectivo», criticaba uno de ellos.

Marchas multitudinarias

En las marchas, convocadas a uno y otro extremo del globo (especialmente multitudinarias fueron en Asia , con países como China que se resistieron siquiera a acudir al plenario de Naciones Unidas), hubo muchos eslóganes y dardos dirigidos a la inacción política contra la emergencia climática. Para la ciudadanía, gran parte de la responsabilidad de dejar un futuro más negro a las generaciones venideras la tienen los mandatarios que no se atreven a poner freno a algunas industrias y prácticas perniciosas para el entorno.

Algunos de los carteles leídos en todo el mundo fueron «una crisis global provocada por las grandes multinacionales» a las que acusan de ser responsables del 90% de las emisiones de C02, la desertización o el deshielo de los polos. El descontento de los manifestantes quedó patente también con consignas como «Sus beneficios matan el planeta», que han coincidido con otros más habituales en estas concentraciones como «Si el planeta fuera un banco ya lo habríais rescatado».

En Occidente, las protestas más concurridas se vivieron en Montreal (Canadá) -donde se manifestó la activista Greta Thunberg-, en Milán (Italia) y las ciudades de Barcelona y Valencia, en España.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación