José Francisco Serrano Oceja

La marca blanca de la Iglesia

Si existe Cáritas como institución es porque la Iglesia practica el ejercicio del amor

José Francisco Serrano Oceja

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Cuando se habla de la aportación de la Iglesia a la sociedad española, lo primero que suele aparecer es el argumento indiscutible de esa marca blanca de la Iglesia que es Cáritas . En no pocas ocasiones, el peso de la marca no deja ver con claridad el trabajo día a día de las 5.821 Cáritas parroquiales, la verdadera columna vertebral de un tejido que trasciende los valores seculares de la solidaridad. Si existe Cáritas como institución es porque la Iglesia practica el ejercicio del amor como «comunidad de amor». Los 84.449 voluntarios que, distribuidos por toda España, pasan horas y horas en desvencijados locales acogiendo con paciencia a los pobres, escuchando con atención y ofreciendo una solución alimenticia inmediata, tan necesaria como eficaz, son un testimonio de que quien ama como amó Cristo se llama cristiano.

Los voluntarios de Cáritas son el argumento primero y principal contra la tendencia a convertir a la Iglesia es una organización no gubernamental al uso. Una tendencia que está también presente en la Iglesia y que incluso se percibe en ambientes seculares. Y si no que se lo digan al intelectual italiano Roberto Calasso que, en su reflexión última «La actualidad innombrable», escribe que el «homo saecularis» aplica en su vida preceptos de herencia cristiana, reblandecidos y edulcorados. Y añade: «Mezcla tibia y pálida, se combina, en sentido inverso, con el movimiento en curso en la propia Iglesia, que busca parecerse cada vez más a una entidad asistencial. El resultado es que los secularistas hablan con una contrición propia de los eclesiásticos a la vez que los eclesiásticos quisieran hacerse pasar por profesores de sociología».

El Papa Francisco nos recuerda con insistencia que la Iglesia no es una ONG. Los voluntarios de Cáritas saben por experiencia que la distancia entre el sacramento de la eucaristía y la mano tendida a un pobre es muy corta. El que tiene caridad, lo tiene todo en la vida. Cáritas, además de ofrecernos sesudos informes, nos recuerda hoy que el prójimo es la incógnita de Dios en la que también se decide el destino de cada uno.

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