Asistentes a la Cumbre juegan con un globo terráqueo hinchable
Asistentes a la Cumbre juegan con un globo terráqueo hinchable - AFP
Clausura de la Cumbre del Clima

La letra pequeña de un modesto pacto de Marrakech

La Cumbre del Clima da los primeros pasos para poner en marcha el Acuerdo París

Enviada especial a Marrakech Actualizado: Guardar
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Una cumbre que aparentemente era de trámite, a punto estuvo de acabar el viernes por la noche sin acuerdo en Marrakech. Tras doce días de reuniones, la presidencia de esta cumbre, ejercida por el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Salaheddine Mezouar, no supo guiar con acierto la negociación, según distintas fuentes consultadas entre las delegaciones participantes, y llegaron sin resolver al plenario final cuestiones de procedimiento que debían haberse cerrado previamente y llegar acordadas y sin matices al texto final.

Las decisiones en la Convención Marco de la ONU de Cambio Climático se adoptan por consenso, por lo que un solo país puede bloquear el resultado. Tras una tarde agónica, en la que la negociación había encallado en la financiación, asunto que se resolvió finalmente con el compromiso de mantener el Fondo de Adaptación más allá de 2020, para que los países en desarrollo no pierdan uno de los mecanismos por los que reciben dinero para adaptarse a los efectos del cambio climático, Bolivia, India y Brasil a punto estuvieron de dar al traste con el acuerdo.

Estos países manifestaron que los países desarrollados no han querido centrar sus esfuerzos estos días en aumentar su ambición antes de 2020 y que habían desaparecido del texto las referencias a un marco temporal común a todos los países en sus compromisos de reducción de emisiones en el futuro; es decir, que todos los países presenten sus objetivos en el mismo periodo de tiempo. Estas reservas quedaron finalmente recogidas como anexos al acuerdo, que quedó aprobado. Estos son los principales resultados de la cita de Marrakech.

1. Se mantiene el compromiso global de situar el aumento de temperaturas a final de siglo «muy por debajo» de los 2°C respecto a las de la época preindustrial, y proseguir los esfuerzos para que esa subida no supere los 1,5°C. Esto ya estaba recogido en el Acuerdo de París que obliga a los países a presentar cada cinco años sus contribuciones nacionales para limitar o reducir sus emisiones de gases invernadero.

2. Como los planes nacionales presentados por los países no tienen un criterio homogéneo, se ha programado un encuentro en el año 2018 para facilitar esa tarea y sistematizar y mejorar la presentación de los planes. Así en 2020 los países pueden presentar sus nuevas contribuciones al alza, mientras que en el año 2023 el tratado debe actualizar sus compromisos globales. En este momento, según un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con los recortes prometidos por los países, la temperatura global del planeta aumentaría entre 2,9 y 3,4ºC en este siglo sobre el nivel preindustrial.

El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) aprobó en octubre pasado las directrices de sus próximos informes, precisamente, para ayudar a los gobiernos a aumentar la ambición de sus recortes de emisiones. Así, se espera que en 2018 se publique el informe sobre qué trayectorias de emisión son necesarias para que la temperatura no aumente más de 1,5ºC, y para 2019 está previsto que se perfeccionen las directrices para realizar los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero. Se trata de dar las claves para homogeneizar el modo de calcular el nivel de las emisiones y contabilizar los recortes de cada uno de los países.

3. Se ha acordado que el Fondo de Adaptación, un instrumento del Protocolo de Kioto para financiar la adaptación a los impactos del cambio climático de los países en vías de desarrollo, perdure más allá de 2020 y pueda seguir movilizando fondos para ayudarles a enfrentarse a los efectos más adversos del calentamiento. Aunque en las promesas de financiación de más de 100.000 millones de dólares a partir de 2020 acordadas en París el año pasado también hay dinero para la adaptación, los países menos desarrollados no querían perder esta ayuda adicional, con menos burocracia que el Fondo Verde para el Clima y al que, por tanto, tienen un acceso más fácil. Las reglas de operatividad del Fondo de Adaptación a partir de 2020 deberán quedar establecidas en 2018.

La acción climática es «imparable»

4. Trump se ha quedado solo en la lucha contra el cambio climático. Los pesos pesados de los países en vías de desarrollo, China, India, Brasil y Sudáfrica, reunidos en el llamado grupo BASIC, presentaron una declaración conjunta en la que insisten en lo «irreversible» de los compromisos climáticos y apuntan cuál va a ser a partir de ahora la dinámica: "No puede haber intentos de renegociar" ningún término del Acuerdo de París, que entró en vigor el pasado 4 de noviembre. Incluso Arabia Saudí, el mayor exportador de petróleo, ha prometido ratificar el acuerdo mientras destacaba sus esfuerzos para diversificar su economía basada ahora en los combustibles fósiles.

5. Un grupo de países se han unido en una plataforma para promover estrategias de descarbonización neta de la economía para la segunda mitad del siglo. Esta visión al largo plazo es vital para llegar a emisiones netas igual a cero en la segunda mitad del siglo si queremos mantener la temperatura por debajo de los 2ºC, como marca el Acuerdo de París. Estados Unidos ha presentado su plan para reducir un 80% sus emisiones o más en 2050; Alemania ya ha aprobado también su estrategia para en esa fecha recortarlas un 80%, y Francia, Canadá y México también han presentado estrategias ambiciosas a largo plazo, mientras que Suecia promete ser neutral en emisiones en 2045.

6. Pero los más ambiciosos, sin duda, han sido las cerca de 50 naciones que pertenecen al Grupo de Países Vulnerables, como Bangladesh, Kiribati, Maldivas o Filipinas. Para demostrar que mayor ambición no solo es necesaria -pues ellos ya están sufriendo los impactos del cambio climático- sino posible han prometido alcanzar el 100% de producción de energías renovables lo antes posible; actualizar al alza sus contribuciones a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2020, anticipándose a la fecha de revisión oficial (2023), y a acompañarlas de escenarios de descarbonización a 2050.

7. La próxima Cumbre del Clima, a finales del año que viene, se celebrará en Bonn (Alemania), bajo la presidencia de Fiji. Por razones lógísticas este archipiélago no puede acoger a las miles de personas que acuden a estas citas climáticas, por lo que Bonn, donde está la sede de la Convención de la ONU para el cambio Climático, será el anfitrión.

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