Inmunoterapia «a medida» para combatir el peor tumor cerebral

Un ensayo clínico demuestra, por primera vez, la efectividad de usar vacunas personalizadas contra el glioblastoma

La investigación avanza para buscar nuevos tratamientos contra el cáncer ABC

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El arsenal terapéutico para combatir el glioblastoma, uno de los tipos de cáncer cerebral con peor pronóstico y, junto al cáncer de páncreas, los dos tumores que quitan más el sueño a los oncólogos , era limitado y poco efectivo debido, entre otras cosas, a que se trata de un tumor con baja carga mutacional, lo que ha hecho que la inmunoterapia no haya sido hasta ahora un arma efectiva en la lucha contra esta enfermedad.

Un estudio clínico internacional, en el que ha participado el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona como único centro español, ha dado un giro a esta situación y ha demostrado, de forma pionera en humanos, que el uso de la inmunoterapia personalizada y adaptada a las peculiaridades de cada tumor «tiene un efecto positivo» en la lucha contra la enfermedad. «Las características propias del tumor, entre ellas la baja carga mutacional, hacía que el sistema inmunitario sólo pudiera atacar a pocos neoantígenos. Eso ha hecho que los pacientes no hayan podido beneficiarse bastante de los últimos avances en inhibidores tumorales específicos», explica en declaraciones a ABC el doctor Francisco Martínez Ricarte , del grupo de Investigación en Neurotraumatología y Neurocirugía del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR).

Este nuevo tratamiento, que consiste en inyectar a los pacientes dos vacunas de inmunoterapia -vía subcutánea- adaptadas a las características específicas de los tumores individuales y sistemas inmunitarios de los pacientes, ayuda a detener el avance y extensión de este temido tumor cerebral y ha mejorar las expectativas terapéuticas.

En el estudio, dirigido por el doctor Wolfgang Wick , de la Universidad de Heidelberg (Alemania) y el doctor Pierre-Yves Dietrich, de la Universidad de Ginebra (Suiza) y que arrancó en 2014, han participado 15 pacientes de seis hospitales europeos, uno de ellos aportado por el hospital barcelonés.

Dos vacunas entre los ciclos de quimioterapia

Todos los pacientes seleccionados habían sido recientemente diagnosticados de glioblastoma y no presentaban ninguna otra enfermedad asociada. Hasta ahora, el protocolo médico para abordar este tipo de tumores indicaba, en primer lugar, realizar la extracción del tumor con cirugía ; transcurridos 40 días someter al paciente a varias sesiones de radioterapia (durante un mes y medio aproximadamente) y, finalmente, cerrar el procedimiento con la administración de quimioterápicos (cinco pastillas al mes durante seis meses), según explica a ABC el doctor Martínez Ricarte.

Esta nueva arma terapéutica , que profundiza más en las peculiaridades del tumor y la respuesta inmune propia de cada paciente, mantiene las dos primeras fases; es decir, se extrae el tumor y se trata al paciente con radioterapia, aunque en la fase de la quimioterapia se inyecta vía subcutánea en diferentes fases del proceso a los enfermos dos vacunas terapéuticas; una más genérica, basada en los antígenos más frecuentes presentes en este cáncer, y otra más específica diseñada en base a las peculiaridades del tumor.

«La primera vacuna, que contiene antígenos de los glioblastomas obtenidos en la fase preclínica , se administra en unas diez dosis a partir de la segunda semana del tratamiento con quimioterapia, mientras que la específica, la personalizada, contiene antígenos propios del tumor del paciente, y se inyecta, también en varias dosis , a partir de los tres meses», según aclara a ABC el investigador del VHIR. La vida media de los pacientes con glioblastoma es de unos 14,6 meses , mientras que la de los participantes en este estudio internacional, publicado en Nature, alcanza los 29 meses.

Respuesta inmune prolongada

Martínez Ricarte se muestra prudente respecto a estos datos. En este sentido, precisa que «no hay grupo de control que nos permita concluir que con este tratamiento se alarga la vida media de estos pacientes, lo que sí podemos afirmar en base a los resultados es que este tratamiento basado en vacunas personalizadas es posible, es bien tolerado y provoca una respuesta inmune resistente en los pacientes con este cáncer cerebral».

En este sentido, Wolfgang Wick afirma que «la capacidad de aprovechar el repertorio completo de antígenos tumorales, incluidos los antígenos no mutados y los antioxidantes , puede ofrecer inmunoterapias más efectivas, sobre todo para tumores con baja carga mutacional». Por su part,e Harpreet Singh, director científico de Immatics Biotechnologies GmbH y coordinador del Consorcio de Vacunación Activamente Personalizado de Glioma (GAPVAC) destaca la satisfacción «de haber podido conseguir un grado tan alto de personalización del tratamiento gracias a la capacidad de realizar espectrometría de masas , secuenciación de última generación, microarrays de ARN, análisis del repertorio inmunológico y fabricación de medicamentos individualizados para cada paciente».

Además del Hospital Universitario Vall d'Hebron, en el estudio participaron del Hospital Universitario de Heidelberg (Alemania), el Hospital Universitario de Tuebingen (Alemania), el Hospital Universitario de Ginebra (Suiza) , el Centro médico de la Universidad de Leiden (Países Bajos)), el Ringhospitalet (Copenhague, Dinamarca), así como los BCN Peptides (Barcelona, España), la Asociación de Inmunoterapia del Cáncer (CIMT), la Universidad de California San Francisco (EE. UU.), la Universidad de Southampton (Reino Unido) y el Instituto Technion (Haifa, Israel).

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