Inma Flores

La Iglesia alemana colocará a laicos al frente de parroquias en peligro de cierre

El «proyecto piloto» ha sido propuesto por el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana y comenzará en otoño

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Uno de los asuntos que han centrado la reciente Asamblea de Primavera de la conferencia Episcopal Alemana, reunida en Bergisch Gladbach, ha sido la apremiante escasez de sacerdotes. En vísperas de la reunión, el obispo de Maguncia y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana durante 20 años y hasta 2008, el cardenal Karl Lehmann, concedió una entrevista en la que sugería un debate sobre la supresión del celibato, como medio para aumentar el número de vocaciones, de la que se hicieron eco muchos medios de comunicación germanos.

«No creo que debamos centrar el debate sobre celibato si o celibato no», zanjó el actual presidente de los obispos alemanes, el también cardenal Reinhard Marx, «sino en analizar el conjunto del día a día y de las exigencias pastorales de los ordenados, así como de los nuevos modelos de liderazgo dentro de la Iglesia».

«En lo que estamos todos de acuerdo es que así no se puede seguir, muchas cosas están cambiando, no solo para los sacerdotes, también para la sociedad para la demografía, para la fe de los creyentes, en la situación social… por eso las comisiones 3 y 4 seguirán trabajando sobre este asunto», reconoció Marx, que ha decidido comenzar a implementar medidas en su propia diócesis de Múnich y Frisinga. Además ha confirmado que a partir de otoño designará a algunos laicos que «asumirán a tiempo completo la dirección de parroquias en riesgo de cierre», explicando que se trata de un «proyecto piloto».

Marx ha recordado en las últimas semanas que el celibato es «muy apreciado por muchos dentro de la iglesia». El defensor de esta tesis durante la pasada asamblea fue el obispo de Passau, Stefan Oste, apoyado también por el cardenal Völki, arzobispo de Colonia, que ve como un signo de esperanza, aunque sea escueto, que este año vuelva a haber un número de dos cifras de nuevos seminaristas. Pero todos ellos reconocen que las vocaciones religiosas no alcanzan a cubrir unos mínimos necesarios y que hay que buscar alternativas.

«La iglesia local es sumamente importante. Perderíamos muchas oportunidades si nos retiráramos de nuestras raíces territoriales. Se trata de permanecer visible a nivel local», ha explicado el cardenal Marx, que no se resigna a seguir cerrando parroquias y amontonando fieles en unos pocos centros que no permiten la atención personalizada que requiere la actividad pastoral.

Nuevas formas de gestión

Aunque hasta ahora no había trascendido, Marx ya comentó con el resto de los obispos esta iniciativa concreta durante la asamblea y posteriormente habló de ello con el Papa Francisco durante la visita ad limina en Roma.

«No sería correcto seguir parados esperando sin hacer nada hasta que, algún día, todos los obispos estén de acuerdo», justifica el portal katholisch.de citando a Marx, durante su visita a Bamberg y en la que encontró el apoyo del arzobispo Ludwig Schick, «no hay tiempo para eso», por lo que está ya trabajando en varias nuevas formas de gestión de parroquias.

Todas ellas están basadas en «ampliar la imagen que tenemos de los sacerdotes, pensar en ellos más como directores espirituales y menos como la persona que decide qué tejas hay que poner en la reparación del tejado». En Bamberg hay ya, de hecho, 13 empleados que se encargan de tareas de gestión y administración. También en las diócesis de Múnich y Freising hay laicos implicados en la gestión, más allá de la responsabilidad de los consejos pastorales, pero Marx ha insistido en que cada obispo, en su diócesis, debe tomar sus propias decisiones al respecto. «Vivimos tiempos de ajustes radicales y también los obispos aprendemos sobre la marcha», ha justificado que hace ocho años, cuando llegó a la diócesis, él mismo rechazó de entrada modalidades de dirección de las parroquias de este tipo.

Las modalidades de gestión de parroquias que serán puestas a pruebas están inspiradas en el documento «Ser juntos Iglesia» (2015) y en las enseñanzas del Concilio Vaticano II, concretamente a su aportación sobre el «sacerdocio de todos los creyentes», que invita a aprovechar mejor las vocaciones de los laicos, aunque Marx reconoce que sobre el ministerio de los laicos queda mucho aun por reflexionar.

El proceso comenzará con consultas entre representantes de la diócesis y feligreses para seleccionar parroquias vacantes y equipos de liderazgo. Se asesorará la vocación que tiene cada uno de los aspirantes y se les acompañará y evaluará durante la prueba, aunque nadie quiere mencionar todavía la posible ordenación viri probati, hombres maduros casados y ejemplares de la comunidad «de probada virtud» ordenados sacerdotes en situaciones excepcionales de la historia de la Iglesia, como en la antigua Checoslovaquia durante el régimen comunista.

Marx subraya que, «naturalmente, quien tiene que tomar las decisiones finales es la Iglesia universal» y señala que solamente pretende aportar «una nueva forma de reflexionar sobre el asunto». «Tenemos todos los argumentos y en contra y tenemos todos los argumentos a favor», ha dicho, «pero en algún momento alguien tiene que tomar una decisión».

Ver los comentarios