ESCÁNDALO EN LA SANIDAD BRITÁNICA

Un hospital británico suministró dosis letales de calmantes a 450 ancianos

Entre 1989 y 2000 una doctora utilizó de manera injustificada opiáceos con pacientes de edad avanzada para «acortarles la vida», según desvela una investigación

Fachada del hospital Gosport War Memorial donde sucedieron los hechos entre 1989 y 2000

IVÁN ALONSO

Todo ocurrió entre los años 1989 y 2000 en un hospital al sur de Inglaterra . En el Gosport War Memorial trabajaba entonces una doctora llamada Jane Barton, a la que la prensa inglesa ha bautizado como «Doctora Opio» después de que una investigación independiente haya desvelado que esta provocó durante ese tiempo la muerte de 456 personas mediante una “práctica institucionalizada de acortar vidas”.

Barton administraba fuertes dosis de diamorfina , entre otros calmantes opioides , sin justificación médica especialmente en pacientes de edad avanzada.

En esta pesquisa, iniciada en 2014 y d irigida por el exobispo de Liverpool James Jones , que también lideró la de Hillsborough, se asegura que Barton mostró «desprecio por la vida humana» aunque no se establece que haya una evidencia clara de que la doctora hubiera buscado deliberadamente matar.

Estaba desde hacía décadas señalada por sus polémicas prácticas en la administración de opiodes y, de hecho, en otras dos investigaciones realizadas en el año 2009 y 2010 por la muerte injustificada de 21 personas, se le acusó de «serias faltas profesionales» por las que decidió jubilarse antes de que fuera despedida.

Otras 200 muertes en el aire

Además, queda en el aire si otras 200 muertes que ocurrieron durante esa época también están relacionadas con esta doctora.

En el reciente informe se asegura que los enfermeros alertaron en diversas ocasiones a la dirección del centro de las prácticas de Barton y por tanto aunque «el personal médico del hospital no estuvo implicado directamente en el tratamiento de esos enfermos, sí conocían cómo eran administrados los calmantes y, sin embargo, no intervinieron para poner fin a esa práctica».

Fracaso policial

Por eso, asegura la investigación, tanto todas las autoridades hospitalarias como la policía, los políticos y el Consejo Médico General fracasaron en todos los aspectos relacionados con proteger a los pacientes del hospital .

Sin embargo, estas indagaciones no atribuyen ninguna responsabilidad penal o civil a la responsable y, según el prelado, partidario de abrir una investigación judicial, «será en un futuro proceso judicial para determinar si la culpabilidad y la crítica son correctas».

Un secreto a voces

Según la prensa británica las muertes durante sus turnos eran tantas que el pabellón del hospital comenzó a conocerse como «el final del camino» .

Ahora los familiares de las víctimas están reclamando que se abra una investigación judicial que lleve ante la justicia a la doctora Barton y a todo aquel que permitió estas prácticas en el hospital.

El propio secretario de estado de sanidad, Jeremy Hunt, ha calificado el informe de «verdaderamente impactante«y ha asegurado que la policía y las autoridades pertinentes examinarían las pruebas para considerar sus próximos pasos y «si ahora se deben presentar cargos criminales». También la primera ministra británica Theresa May ha mostrado su desconcierto con estos nuevos datos revelados a los que catalogó como «profundamente preocupantes» y se disculpó con las familias por el tiempo que ha tardado esta investigación en esclarecer los hechos.

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