España crea por primera vez un registro para evitar las donaciones de esperma sin control

Un sistema informático evitará «superdonantes», que puedan engendrar más de seis hijos

ABC
Nuria Ramírez de Castro

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Un solo donante de semen holandés recorrió once centros de fertilidad de su país diseminando su semilla hasta convertirse en el padre biológico de 102 rollizos bebés. En España no sería descabellado que ocurriera un caso similar. La ley impide que se puedan concebir más de seis hijos por donante . Pero en la práctica es imposible cumplirlo. Las clínicas de fertilidad están obligadas a preguntar a sus donantes si han cedido sus gametos en otras clínicas, aunque solo pueden fiarse de su palabra. Los centros no están conectados con ningún sistema informático para ver dónde y cuándo han dejado su semen u óvulos previamente, ni tampoco cuántos hijos han concebido.

Ahora tras décadas de intentos fallidos, parece que el control de las donaciones será real antes de que finalice el año. El Ministerio de Sanidad anunció ayer que pondrá en marcha SIRHA, el primer sistema de información en reproducción humana asistida que conectará a los 400 centros de reproducción asistida del país .

Trazabilidad completa

Cuando comience a funcionar, no solo quedará registrado quién, dónde y cuándo dona y cuantos hijos nacen. «Tendremos un sistema global de trazabilidad que controlará todo el proceso», adelanta Encarnación Cruz , directora de Farmacia y de la Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud. El sistema SIRHA no solo vigilará a las donaciones para evitar el riesgo de consanguinidad entre los niños nacidos por donación de óvulos o esperma. Además de las cesiones de semen y óvulos , contará con un registro nacional para controlar los centros y tratamientos prestados y, un tercero para conocer la actividad, es decir los niños nacidos y su estado de salud, así como los intentos frustrados. «Si un niño concebido por una donación nace con algún problema o malformación, podremos identificar el donante, saber si sus gametos se han utilizado en otros tratamientos o si hay más óvulos o esperma congelado de ese mismo donante. La trazabilidad será completa, aunque siempre se mantendrá el anonimato de los que donen», explica Cruz.

Con 29 años de retraso

El sistema llega con casi tres décadas de retraso. La primera ley de Reproducción Asistida española reclamó este registro informático en 1988. Una legislación posterior volvió a exigirlo en 2006. Ahora once años después, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han encontrado la fórmula. Pese al retraso, el sistema español podría convertirse en un referente para otros países europeos.

Con SIRHA, Sanidad resuelve la normativa española y también la europea al identificar cada donación con un código único europeo que garantiza el rastro de las donaciones realizadas en todo el continente. Los tratamientos fuera de Europa son « anecdóticas », según Sanidad.

España se convierte en el primer país que pone en marcha un registro centralizado para los tratamientos de reproducción asistida. El registro de donantes estará listo antes de que termine el año. Para tener a punto los otros dos, aún habrá que esperar aún hasta el primer semestre de 2018, cuando se completarán los tres registros nacionales.

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