El director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Peter Salama
El director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Peter Salama - EFE

La epidemia de Zika continuará siendo una prioridad para la OMS

«No minimizaremos la importancia de este virus», ha declarado el director ejecutivo del programa de urgencias sanitarias de la OMS

Ginebra Actualizado: Guardar
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A pesar de que el virus del zika no representa, desde el pasado viernes 18 de noviembre, una amenaza sanitaria internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó este martes que esta epidemia sigue siendo un problema de salud pública importante que necesitará seguimiento, investigación científica y medios financieros.

Tras el anuncio de la supresión de la situación de emergencia sanitaria internacional respecto al zika por el Comité de Emergencia de la OMS, se alzaron algunas voces diciendo que existía el peligro de que el zika se convierta en una enfermedad olvidada que no acapararía, a partir de ahora, la necesaria atención de los científicos y de la comunidad internacional.

«No minimizaremos la importancia de este virus», declaró en conferencia de prensa el doctor Peter Salama, director ejecutivo del programa de urgencias sanitarias de la OMS.

Lo único que ha cambiado para nosotros es que existe ahora un conocimiento más profundo sobre este virus que cuando se declaro la emergencia sanitaria internacional en febrero de 2016.

«Nos aseguraremos de que se vigile la progresión del virus, de que se facilite y se coordine la investigación, de que se mejoren las terapías y los diagnósticos sobre el zika que sabemos puede causar casos de microcefalia en los bebés. Además, trabajaremos para que se pongan a disposición de los países afectados los medios financieros necesarios», explicó Salama.

La OMS reconoció que todavía hay muchas zonas oscuras sobre el zika y confirmó que continuará trabajando con los países afectados para mejorar su respuesta porque aunque no sea una emergencia sanitaria internacional, tal como la define la reglamentación sanitaria, continúa siendo un importante desafío de salud pública.

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